09 marzo 2005

Deudas

Ningún hombre es una isla, ni está completo en sí mismo.
Todo hombre es un trozo del continente, una parte de la totalidad.
La muerte de cualquier hombre me empequeñece, porque estoy integrado en la humanidad.
Por eso no envíes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas, porque doblan por ti.
John Donne (1572-1631)
*
Esto es un fragmento del poema de Donne que usé para mi particular homenaje a las víctimas del 11-S, en Nueva York. Puedes ver la página entera en el link que he puesto. Pero verás, estoy en deuda con las víctimas más cercanas, las del 11 de marzo del año pasado en Madrid. Y me siento muy mal por ello. Aún no he sido capaz de hacer lo mismo para ellas.
Cada vez que pienso en que necesito decir algo al respecto, se me hace un nudo en la garganta que apreta como un lazo corredizo y me impide expresarme.
Será porque son mías y me duelen mucho. Porque fue en la ciudad en que nací y en un lugar que conozco, porque me son familiares los nombres y puedo imaginarlos vivos, corriendo para tomar un tren que no los llevaría al destino elegido.
Estos días, los medios de comunicación los recuerdan, los políticos los esgrimen, los familiares los lloran y muchos, como yo, seguimos con el sentimiento de que quizá podemos hacer algo que no hacemos.
Al menos, intentemos conseguir que no se nos olvide.

4 comentarios:

Trenzas dijo...

Ya aportas lo que necesita el mundo. Esa NO INDIFERENCIA ante los abusos y el terror. Y no sabes bien cómo te garadecemos a tí y a todos quienes son como tú.
Que estemos cerca aunque sea a tantos kilómetros.
Un beso grande y gracias miles..!

Gaddira dijo...

ufff demasiado cansada de la gente que ve pasar la vida por al lado suya y como mucho de vez en cuando la roza, la vida... se vive,con lo bueno y lo malo, un besito

yole dijo...

Con solo tu pensar
ya quítate el nudo,
tu homenaje no es mudo
pues yo lo he venido
a ver para unirme en el mismo grito
de que no les echamos en olvido.

Mañana en silencio haré
el mismo camino de casi hece un año
en el que me empapé de llúvia por dentro mucho más que por fuera.
Mis saludos en tus ojos quedan.

Sherezada dijo...

Me uno al dolor de la humanidad por tanta tragedia. Sólo un chileno hemos perdido en Atocha, pero hermanos del alma fueron miles.

Un abrazo a la distancia

Sherezada