28 septiembre 2005

Una vez más

Esto podríamos decirlo de todos los meses, de todos los días y de todos los espacios de tiempo, pero cuando septiembre acaba, siempre tengo la sensación de que empiezo de nuevo. Mucho más que con la primavera.
En este tiempo hay sosiego en las calles. Ya se han acabado los días de preparativos para las clases, las fiestas locales, las noches de acostarse tarde porque estamos de vacaciones y las visitas de familiares o amigos que se pasan por casa de visita o para breves estancias, dejando a su paso un revoltijo de muebles, viejas fotografías y recuerdos más o menos gratos.
Ha sido agradable encender la estufa esta mañana. No es que hiciera falta; es que la echaba de menos. La he tenido que apagar al momento, pero me ha puesto en situación; dentro de nada, el otoño más fresco; el de las calabazas, las castañas, los dulces caseros, las mermeladas y las mantitas para los gatos. No sé si tendré que hacer una manta para el canario. Este va a ser el primer invierno que tenga un pájaro y no tengo experiencia.
En fin, eso; que en nada vuelvo a clase y va a ser emocionante sentarse en una mesa para empezar algo nuevo. Claro que era más divertido cuando las trenzas eran de verdad y estaba loca de ganas por contar a las amigas de curso como habían sido los meses de verano y comprobar si el novio del curso pasado me seguiría sirviendo para éste. Igual se había quedado un poco enano o le habían puesto gafas o le había salido acné, en cuyo caso el enamoramiento bajaría muchos enteros.
Nada es lo que era entonces. O al revés; todo sigue igual visto desde otra perspectiva.
Creo que para dilucidar el problema voy a necesitar a la cabra.

24 septiembre 2005

Alter ego

Vamos con el tema de la cabra, en respuesta a las dudas razonables que se les presentan a los amigos que se pasan por esta ventana, desde la que se pueden ver algunas de mis manías.
Sí; tengo más de las que enseño, pero de eso mejor no hablar aún.
*
Procediendo por orden; primero, decirle a drareg, que ni idea de los años que tiene la cabra. Cuando apareció en mi vida, ya venía así; adulta, peluda e indocumentada; con unas ganas terribles de meterse en todo y comiéndome la personalidad, hasta el punto que a veces ya no sé si hablo o berreo. Eso me hace suponer que debe ser una cabra talludita, porque los bebés cabra, solo se preocupan de sus biberones, y los adolescentes, si bien son alborotadores, pasan olímpicamente de meterse en los asuntos de los mayores y, nunca jamás, estarían por apuntarse o apuntar a alguien para que estudiara.
*
Chin@rockers; no te excuses, por favor. Es difícil cogerle "el tranquillo" a la manera de expresarse de personas que están como yo; locas como cabras :)
¡Exacto..! La cabra soy yo. O la cabra es mi "otro yo". Eso que no debería ser, pero que me encanta ser.
Siempre he necesitado tener animalitos de compañía alrededor y suelo contarles las cosas que me pasan; les digo hasta luego cuando salgo a trabajar y hola cuando regreso y les pregunto si les gusta tal o cual comida, si les duele la cabeza o si están resfriados. Que yo recuerde, nunca, desde la más tierna infancia, he estado huérfana de ellos. Ha habido de casi todo; ratas blancas, tortugas, hamsters, perros, gatos y hasta ahora, apenas pájaros, porque los animales enjaulados me dan mucha pena, aunque entiendo que cuando un ave ha nacido en cautividad, está mejor siguiendo en ella o se expone a muchos peligros.
Pero llegó un momento que necesitaba algo que tuviera mayor entidad, que pesara casi lo mismo que yo y que hiciera por mí algunas locuras. ¿Qué mejor que una cabra, en sentido peyorativo?
Así, cuando la sensata Trenzas se dice que debe dormir, la cabra opta por quedarse a ver un documental de Historia de las Momias Chinas, por ejemplo. Y si me niego en redondo a matricularme en algún otro curso, va la cabra y me matricula por las bravas. ¡Y a ver que hago..!
Así que cuando me leas algo como que "la cabra hizo esto o aquello", hay que entender que la parte de mí que no quería hacer algo, se ha visto desbordada por la "cabra" que me empuja.
*
sidy; queda explicado ¿no? Y lo tuyo tampoco es suave, a tenor de como llamas a tu blog, en primera opción. Casi da miedo y todo :)
Algunas veces tengo un ataque de desdoblamiento de personalidad y no me queda claro si quien escribe es la cabra o yo. Según como quede el post me voy haciendo una idea. Algunos igual no habéis visto nunca a Trenzas; sólo a la cabra. Y ya me está dando miedo a que finalmente se apodere del todo de mi y un buen día me encuentre escribiendo un post a base de bes y es; eso sí, bien explicado.
Beee, be, bebebe, beeeeeeee. ¿Bééé..? ¡Bé! Beeeeeee, beeeee, beee...

22 septiembre 2005

Mi cabra está loca

Ya sé, ya sé. Culpa mía por darle tanta confianza y dejarle meter baza en todo; que la tengo muy mimada y así me va. Yo no me había enterado de nada hasta ayer, lo juro, pero resulta que fue a matricularse para asistir a clases de inglés (nivel parvulitos), y de catalán, nivel superior. Y la muy.., etcétera, va y firma con mi nombre y ahora no voy a tener más remedio que ir a esos cursos, si no quiero perder el dinero que pagó, robándomelo de la cuenta corriente.
No se os ocurra tener una cabra. Dan muchísimos problemas.
O sea, que no sé de donde voy a sacar el tiempo para tanto estudio, porque aún no he acabado el primero de "literario", acabo de empezar el segundo y a primeros de octubre, esos dos en los que me ha metido la dichosa cabra.
Y menos mal que no me ha apuntado a argentino, chileno o guatemalteco. Debe haber leído los comentarios del post anterior y considerará que no me hace falta.
Y es que los idiomas son imprescindibles. En eso tiene razón la cabra, que siempre dice que se me pone cara de imbécil mientras intento descifrar las instrucciones para conectar el escaner al ordenador, o el teléfono inalámbrico. Claro que por esa regla de tres, cualquier día me apunta a clases de japonés. Y como lo pague, tendré que ir.
Total, que no sé si vamos a poder vernos mucho, aunque espero que antes de acabar con la ración de neuronas diarias, me quede tiempo para venir a dar la vara un ratillo. Que es que tampoco puedo pasar sin venir, aunque no pueda veros a todos.
También tengo que daros una noticia mala y otra buena. La mala es que se escapó el agapornis y la buena que me han regalado un canario en sustitución, y para que no se quedara sin habitar el apartamento de lujo que le compré al desagradecido. El canario es de mejor familia, creo, y no se irá sin despedirse. Espero eso, como mínimo.

18 septiembre 2005

De las palabras

Nunca me había fijado mucho en lo mal que empleamos las palabras, hasta que un día, hace unos cuatro años, recibí un mensaje en el busca. En la empresa donde entonces trabajaba, había una pequeña celebración, y en el mensaje se nos recordaba a todos que estuviéramos en la sala de reuniones para un "hincapie" con los jefes, a las 12.30.
Como yo no me había enterado de la citada celebración, me costó un rato darme cuenta de que se nos invitaba a un tentempié, palabra coloquial que significa refrigerio, según el DRAE.
La verdad, estuve a punto de no ir, por si acaso la palabra no estaba equivocada y lo que se pretendía era hincarme el pie, vete a saber donde, y despedirme. Me tranquilicé, cuando pude enterarme de que el mensaje a los buscas, los había enviado nuestra encargada de mantenimiento, elegantísima señora que a las seis de la mañana subía a su Panda comercial, con un traje de chaqueta estilo Chanel, inmaculadamente blanco, zapatos de tacón alto forrados a juego y collar de perlas de tres vueltas. Todo muy adecuado para la comprobación de nuestras existencias de papel higiénico y otras cosillas de uso común y para organizar los turnos de limpieza y cocina.
Soy cruel, lo sé, pero es que no puedo evitarlo :)
Bien, pues hoy, en el transcurso de una conversación de lo más normalito han saltado dos palabras que me han puesto los pelos de punta. La señora de la casa sostenía, contra viento y marea, que su "vaporetta" dejaba los cristales "implacablemente" limpios, mientras su esposo, le contaba al yerno que las tortillas necesitaban una buena "coacción" de las patatas para quedar estupendas.
Después de lo cual, he preferido salir huyendo, por si se les ocurría prestarme su implacable vaporetta o decidían coaccionarme para que me quedara a comer tortilla.
Y he venido a refugiarme aquí, que estoy entre amigos y por si acaso necesito ayuda.

14 septiembre 2005

Y sin embargo...

... es cierto.
Pesa una terrible maldición sobre mis pobres ordenadores. Debe ser culpa mía. Algo que hice en una vida anterior y que no recuerdo o no quiero reconocer.
De nuevo, el maravilloso técnico que me asiste mientras está en garantía el más reciente de mis ordenatas, se lo ha llevado para una difícil operación que yo misma haría si no fuera porque si lo toco, luego dirán que la garantía expiró a consecuencia de mis manazas.
Hay que cambiar el ventilador. Esa cosa que tiene aspas y que gira, sujeta con 4 tornillitos que se quitan y se ponen en un santiamén.
Según mi nunca bien ponderado y alabado técnico, será cosa de una semana de nada, sin contar los sábados y domingos, que no trabaja nadie, excepto yo que estoy anticuada, y la peligrosa operación se llevará a cabo en Barcelona, ya que aquí no tienen destornilladores especializados en cosas tan delicadas. Se ha requerido un embalaje especial, una carretilla especial también, llamar a UPS para que pasara a recogerlo, lo que hará un día de éstos, y el tiempo empezará a contar desde que llegue a Barcelona mi ordenador. Suponiendo que sea en horas de trabajo; si no, a partir del día siguiente. Creo que puedo confíar en que por Navidades haya vuelto a casa.
O no.
Y es que la vida es complicada, ¡qué le vamos a hacer..! Luego dicen que si alguien se volvió loco y mató a su técnico informático por un "quítame allá esas teclas", o le tiró la impresora a la cabeza al comerciante que se la vendió asegurando que sólo gastaría un toner cada 3.000 copias y luego resulta que añadió tres ceros a la cantidad real.
Algunas veces creo que los objetos informáticos no son para usarse, sino para adornar y enseñarlos a las visitas; "¡fíjate que ordenador más coquetón me he comprado esta mañana, con su impresora y su escaner a juego..! ¡Y sólo por 2.500 euros de nada! Me han asegurado que no se oxida ni se estropea nunca, a condición de que no lo uses. ¿A que es una ganga..?"

11 septiembre 2005

Si non e vero, e ben trobato

Vosotros mismos, poned tildes, si las lleva la frase, que no lo sé.
A cuento de que hoy es la Fiesta de Cataluña (la Diada de Catalunya) y aunque mi sentimiento catalanista-nacionalista, es nulo, amo a esta tierra, que es la de casi todos mis antepasados paternos, donde vivo desde hace mucho y que es una de mis "casas" más queridas.
De un tiempo a esta parte, nuestro "seny" (sentido común, sensatez) parece haber disminuido un tanto, con el famoso tripartito y otras cosas igual de crispantes. No es casualidad, que hoy mismo, desde mi balcón, que abarca una vista de varios cientos de ventanas, solo haya una bandera expuesta en ellas y, para eso, es la bandera de esta ciudad, Tarragona, no la de Cataluña. Tiempo atrás, tal día como hoy, las "senyeras" (banderas) catalanas, estaban en cada balcón y en cada ventana. Quizá sea esta ausencia la que mejor demuestre que, en general, seguimos teniendo mucho sentido común, y que los ciudadanos de a pie, que no percibimos sueldos por exacerbar ni por crispar la opinión, estamos por la tranquilidad, por la convivencia y por el respeto a todos. Intentando salvar nuestras tradiciones, conservando nuestra lengua, cuidando nuestro patrimonio, recordando nuestra historia y queriendo que se nos siga considerando una comunidad que habla, no que grita, que negocia, no que atropella.
Y para contribuir a todo eso, os cuento hoy, día de Cataluña, la leyenda, que no Historia, de nuestra bandera.
*
Apenas se sabe nada de la vida de Wifredo el Velloso (Jofre o Guifré el Pelós), salvo que pertenecía a la casa real de Carcassone. Era un buen guerrero y un leal servidor de Carlos el Calvo y éste le nombró, hacia el 870, conde de Urgel y de Cerdaña y ocho años después, también le concedieron los condados de Barcelona, Osona y Gerona. Wifredo fue, pues, el primer gobernante único que tuvimos. Repobló la Cataluña central, reconquisto Montserrat y mantuvo a raya a los árabes. Fundó dos monasterios muy importantes para la cultura catalana, aún hoy; San Juan de las Abadesas y Ripoll.
Sirviendo a su señor, el rey Carlos, en la guerra que éste mantenía contra los normandos se distinguió por su valor en la batalla, siempre al frente de sus hombres. Durante muchos días la suerte lo acompañó, pero finalmente cayó muy gravemente herido. El rey se acercó al lecho de Wifredo y le ofreció una recompensa; la que él quisiera, ya que cuanto pidiera, lo merecía y le sería concedido. Wifredo solo le pidió un estandarte, un escudo, que lo distinguiera a él y a su Casa y herederos.
El rey Carlos puso su mano sobre la herida del pecho de Wifredo y con sus cuatro dedos, empapados de sangre, estampó las cuatro rayas sobre el escudo dorado de su leal súbdito.
Lo que más tarde sería Cataluña, ya tenía su bandera.
*
No es cierto, pero es una bonita leyenda, y las bonitas leyendas deberían vivir más que las feas Historias.
Que tengáis un estupendo dia de Cataluña, sin algaradas y, a poder ser, sin discursos políticos.

08 septiembre 2005

Llegaron las lluvias

O nos morimos de sed o nos ahogamos: No hay término medio. Hace dos días que no para de llover, tronar, relampaguear..
Como de todos es sabido que el tiempo está loco, no insistiré más sobre el tema. Los ingleses lo hacen mejor que yo, porque tienen una práctica inmemorial. Si hay algún inglés entre vosotros, por favor, hacednos una demostración.
Y otra cosa terrible que tiene el tiempo, es que se va volando. Ni me había dado cuenta de que llevaba 5 días enteros sin postear aquí. Ya me notaba rara; así.., no sé.., como si me faltara algo. Y debía ser esto, porque ahora, que he tenido que levantarme de la cama, porque no hay quien duerma con tanto trueno y me he puesto a escribir, pues mira, como que me encuentro mejorcita.
Tenéis que avisarme, que a una ya le empiezan a flojear las neuronas y se le va olvidando el porqué de las cosas. Me ahorraréis un montón de horas preguntándome ¿que me falta que me encuentro tan "entontecía"? Un toquecito de vuestra parte, me acuerdo de que tengo que postear y ya está. Mejoro sensiblemente.
Y ahora que ya he soltado la cabra a que se alimente un poco, me doy cuenta de que lo que quiero de verdad, es hablar del maldito tiempo; de que he llegado a casa con los pantalones chorreando hasta las rodillas, los pies dentro de dos piscinas deportivas y el móvil nadando dentro del bolso. Y ojalá me de una gripe que me obligue a quedarme en casa hasta que aprenda que cuando está lloviendo a mares, una no puede ir de chula por la vida y tiene que ponerse las botas de agua, el impermeable y coger el odioso paraguas, Sí; ese que se me olvida en todas partes y tengo que volver a buscar.
Claro que no sé de que me quejo; si miro a otras partes del mundo, esto es la gloria y ya no hace calor y la vida es bella aunque no se pueda dormir.

02 septiembre 2005

Las cárceles

En esta ciudad hay una cárcel, porque las cárceles abundan. No voy a meterme en la necesidad o no de que existan porque doctores tiene la Iglesia y jueces el Juzgado. El caso es que existen y que tienen bibliotecas, pésimamente surtidas.
Una chica conocida, Ana, trabajaba allí como bibliotecaria y en un momento en que mi provisión de libros amenazaba con derrumbar mi casa, se me ocurrió preguntarle si aceptaría unos cuantos, ya que la Biblioteca Municipal me los había rechazado; no porque fueran malos o viejos, no; porque eran en gran parte enciclopedias y ya tenían unas diez toneladas; eso sí, aceptarían todas las novelas que les llevara, pero pasé, la verdad. Ana, la bibliotecaria de la prisión, no fue tan selectiva y los quiso todos. Las enciclopedias y lo demás. Y me hizo una petición que me dejó un tanto sorprendida; me pidió libros de filosofía y de poemas. Dijo que era eso lo que más le solicitaban los reclusos.
No sé; uno habría esperado que prefirieran novelas de aventuras y unos cuantos manuales del tipo "Como evadirse fácilmente", "Cocinar con maría y chocolate", "Maniobras de distracción", etc. Pero no; querían filosofía y poesía.
Cuando Ana vino, con dos policías y una furgoneta a recoger los libros, aún hicimos una pequeña selección de añadidos, porque de pronto decía: " ¡Uy, Freud.., esto me lo piden mucho y fíjate, Pascal...! ¡Ohhhhh... Hobbes...!".
Total, que si me descuido, me deja secos de filosofía los estantes. Y no penséis mal, porque un día en que me invitó a ir a ver las reformas que habían hecho en su sección, los libros estaban allí, en cuerpo y alma; etiquetados y todo.
Esto que he contado de forma un tanto superficial, es para un debate muy serio y yo lo tomo así.
Da mucho que pensar el tema, porque uno se hace preguntas; ¿es que tenemos recluidos a la flor y nata de la intelectualidad española? ¿O es que si te meten en la cárcel, de golpe, se te despierta la necesidad de alimentar algo más que el cuerpo?. Y lo más importante; ¿están dotados realmente los centros penitenciarios para alimentar en quién lo desee ese apetito recién despertado?.
Sin dejar de reconocer que habrá otros núcleos de población tanto o más necesitados que esa, acordaos, cuando se presente la oportunidad, de que en las prisiones se admiten libros y que tal vez, esos libros abran algo más que las puertas de una prisión.