07 febrero 2008

Estrellas en el cielo

Hace mucho tiempo, cuando vivía en Madrilelandia, teníamos una terraza sin más techo que el cielo. Y todo el mundo sabe, o debería saber, que en esa ciudad de mi niñez, el cielo es precioso.
Pasaba mucho tiempo en la terraza. Si los refugios se construyeran al aire libre, ese hubiera sido el mío. Tres paredes, una barandilla, un suelo sobre el que jugar y un cielo abierto a cualquier sueño infantil.
De noche, las estrellas quedaban al alcance de la mano. Creía que, si me apresuraba a crecer, podría elegir cualquiera de ellas y quedármela en propiedad; la usaría de foco para mi teatro de muñecas o, tal vez, como lamparita de noche, si la abuela me daba permiso.
En febrero, lucían las que más me gustaban; tres estrellas en línea, tan bien colocaditas que no podías confundirlas con ningún otro grupo. Todas brillaban igual y tenían el mismo tamaño. Excelentes para mi cuadriculado pensamiento. Cuando pregunté, me dijeron: "Son las Tres Marías" ¡Oh, perfección...! ¡Hasta en el nombre eran igual de consecuentes...! Confieso que me quedé prendada de las Marías y que, hasta hoy, me dura el encandilamiento.
Nunca he sabido mucho de Astronomía; aprendí lo que todo el mundo aprende en el colegio, si no vas para científica. Es decir, casi nada. Luego, me interesó más y supe que mis Marías están en la Constelación de Orión y que, en realidad, sí tienen un nombre distinto cada una. Las bautizaron como Alnilam, Alnitak y Mintaka. Sigo prefiriendo el nombre con el que me las presentaron, mucho más poético y cercano.
Estas preciosas estrellas quedan a 1305 años luz de nosotros, así que ahora ya sé que ni subiéndome a la escalera de los bomberos habría podido cogerlas, pero ya no me importa. Están bien donde están para que un día cualquiera de invierno, como ayer, pueda recrearme en su contemplación; las tres juntas, brillando en el cielo. Tan cerca y tan lejos como la primera vez que las vi.
Otro romántico nombre que reciben es el de "Cinturón de Orión". Cada constelación tiene detrás una bonita historia mitológica y casi todas las estrellas destacadas, cumplen una función en esas historias.
La de Orión, os la cuento un día de éstos.