07 mayo 2009

Poner en valor

Esta mañana he recibido carta de una amiga. Me transcribía un párrafo de la carta que yo le había mandado con anterioridad y me aconsejaba que lo enmarcara. He tenido que leerlo varias veces para averigüar el motivo, o para lo que yo creo que es el motivo. Es que ella es, al contrario que yo, parca en palabras. Ambas llevamos a cuestas una mala temporada, que ya se está haciendo muy larga y cansada. Con su carta en la mano, me ha venido a la cabeza la expresión que figura en el título del post: Poner en valor, es un galicismo que se emplea con el significado de conseguir beneficio de algo que en la actualidad no rinde lo suficiente, creando para ello las condiciones necesarias. Y da lo mismo si la empleamos para temas económicos o para temas morales, físicos o psíquicos. Yo voy a poner en valor la carta de mi amiga y lo que en ella decimos las dos. Es verdad que las circunstancias pueden amargarnos la vida y que, muchas veces, los acontecimientos nos arrastran a lugares que, otrora, fueron impensables. Pero he decidido que no quiero quedarme ahí ni un minuto más de lo estrictamente necesario. Si las cuotas de paz y tranquilidad han caído drásticamente, habrá que valorar mucho más lo poco bueno que nos quede, y como ella dice, enmarcarlo y recrearse mirándolo a diario, o muchas veces al día.
Voy a intentar crear las condiciones para que aumente el beneficio de las cosas amables que tengo a la vista. Quizás eso signifique no hablar más que de tórtolas y gorriones, y del sol que luce en este momento; de lo feliz que parece mi gato durmiendo a pierna suelta en su cojín; de la ropa limpia, que huele a luz y, un poco, a mar; de lo ordenados que están los armarios o de los colores de la verdura preparada para comer. Porque si espero un gran acontecimiento que ponga fin a esta mala época, y cifro en él todas mis esperanzas de vida y de futuro, me voy a estrellar contra el mismo muro, una y otra vez.
Y yo ya no tengo la cabeza para muchos golpes más. Mejor pongo en valor lo poco que tengo y procuro sacarle dividendos, siquiera sean pequeños, en felicidad.
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