29 junio 2006

Cuando digo "hasta luego..."

... a veces quiero decir "hasta la semana que viene" :)
Creo que va a ser mejor que os conteste a todos aquí, en nombre de Ágata y en el mío propio, porque es que la vida, en verano, no me da "pa ná"
La Cabra os agradece las muestras de cariño y comprensión recibidas de todos vosotros y espera que entendáis que no puede explicar todo lo que en verdad piensa, porque dice que yo la controlo. ¡Mentira cochina..! Os aseguro que es ella quien me controla a mí.
Es verdad, eso sí, que no me gusta bautizar a los animalitos; sólo a los perros. A ellos si les ponía nombre cuando los tenía, que ahora hace ya mucho que no se oye un ¡guau..! en esta casa.
Y bien que lo siento pero no puedo darles la atención que necesitan. Tengo que conformarme con los gatos -que pasan de mí olímpicamente - el canario que va a lo suyo y la Cabra, de la que no tengo que contaros nada porque ya estáis al tanto de por donde van los tiros.
El episodio del murciélago, fue de lo más surrealista. Claro que después de la invasión de Periplanetas Americanas (cucarachas voladoras) del verano pasado, casi me pareció natural. Supongo que el año que viene será normal ver entrar por el balcón águilas culebreras que vendrán a comerse las serpientes que hayan entrado por debajo de la puerta.
Una vida la mar de interesante. Se están haciendo ricos, a mi costa, los vendedores de repelentes de insectos y pajarracos varios.
Si alguno de vosotros lamenta tener una vida sin emociones, queda invitado. Aquí, se levanta una con la linterna y la lupa en la mano, en plan Sherlock Holmes y, antes de dar un paso, se inspecciona la baldosa siguiente por si acaso las Periplanetas o los murciélagos. Y no hablemos de las hormigas que, para verlas, hay que tirarse al suelo y reptar.
Y mucho cuidado al abrir un libro que lleves un par de semanas sin tocar, porque ahí están los lepismas, vulgarmente llamados "pececitos de plata" haciendo la digestión tan ricamente.
Los lepismas no me dan ni miedo ni asco; solo un poco de rabia porque esa digestión tiene que ver con la celulosa de las páginas de mis adorados volúmenes y, la verdad, se podrían comer cosas menos interesantes, como los tickets del super o las facturas del teléfono.
Espero que estéis en casa, porque voy a pasar a veros. Os echo de menos, pero la vida es la vida y el trabajo una montaña.
¡Ah..! No quiero irme sin dejar aquí un saludo cariñoso a Lisie, que, desde Irak, me ha mandado una foto con su cabra. Lisie; mi madre y el resto de mi familia me han llamado "cabra" toda la vida, así que te comprendo muy bien. Al final, una se identifica con el animalito. Y encantadas; ¿a que sí..?
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"Yes Sir, Thats My Baby" Un charlestón; muy adecuado para ir saltando baldosas. 600 kb.

21 junio 2006

Me presentaré

No me llamo Cabra; eso lo primero. Cabra se refiere únicamente a mi condición de ídem, pero a Trenzas no le gustan las ceremonias bautismales, así que sus dos gatos se llaman, de modo muy original, "Gato" y "Gato", respectivamente, y el canario responde al nombre de "Canario"
Siendo esto así, no es raro que a pesar de saber de sobra que me llamo Ágata Pérez de Entrepeñas y García de la Roca, Trenzas me llame "Cabra" Y tengo que aguantarme porque, al fin y al cabo, es ella quien me provee de manzanas y paga al veterinario.
Y hoy me pide que os escriba; la pobre no está en condiciones. Aún se está recuperando del soponcio de ayer noche cuando, sin aviso previo, entró un murciélago en casa. Nada espectacular por cierto; ni comparación con algunos que yo vi cuando vivía en aquel corral del Prepirineo. O sea; un escuchimizado murciélago de ciudad. Tan escuchimizado y tan de ciudad que ni siquiera tenía el radar en condiciones. Por eso Trenzas, intentando que se fuera a la calle, pudo darle un golpecito de nada con la escoba y allá que se cayó el pobre bicho; al suelo, digo, y el muy tuno se escondió. Y yo venga a decirle a Trenzas que lo dejara en paz, pero ella que no; que como iba a irse a la cama sin saber lo que le había pasado al pobre y que si lo pillaban los gatos igual eran capaces de hacerle daño de verdad y que yo no tenía corazón ni nada y que me fuera a dormir si quería pero que ella, no señor; que ella no se acostaba sin encontrar al bichejo.
Total, que lo encontró, luego de un buen rato de subir y bajar de la escalera por si había vuelto a volar a las estanterías, de arrastrarse por debajo de las mesas entre los cables de los ordenadores y de mucho darles cachetes a Gato y a Gato, que la seguían la mar de intrigados, para que se alejaran por si acaso salía de algún rincón y lo pillaban antes que ella.
Una vez localizado, medio metido entre mueble y pared, Trenzas, que el tema de la higiene lo lleva a rajatabla, se fue a buscar unos guantes de látex y una servilleta de papel y lo cogió con mucho cuidado. El pobre estaba ya bastante fastidiado. Le vi un ojo solo, negrísimo, y mientras Trenzas le preguntaba como se encontraba, va el murciélago y abre la boca como si fuera a contestarla. ¡Jolines.., que susto me llevé...! ¡Menuda boca tenía..! ¡Más grande que su cabeza, lo juro..! La verdad, yo nunca había visto un murciélago con la boca abierta y me dio un poco de repelús, pero Trenzas, contentísima con eso de que aún respirara lo sacó al balcón para dejarlo en esas ramas del árbol que entran por entre las rejas, lejos de los gatos y a ver si se espabilaba, pero creo que no, porque no bien hubo abierto la mano oí un sospechoso ¡chofff..! Como si se hubiera estrellado en la acera, vamos.
Entre unas cosas y otras se nos hicieron las tantas y aunque yo me caía de sueño, no quería dejar sola a Trenzas, que con tanto movimiento, se había despejado del todo y no podía dormir; además le dolían los intercostales, el trapecio y hasta los gemelos, según me dijo; que ella sabrá, porque lo que es yo, ni preguntar, vamos.
Bueno, pues nada; que me alegra haber tenido ocasión para escribiros un poco y espero que la próxima vez que me mandéis esas manzanas tan ricas ya podáis escribir mi nombre; con Ágata bastará, pero si no os acordáis no importa; ya me estoy acostumbrando a lo de Cabra a secas.
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"La Historia Interminable" 3.32 megas

15 junio 2006

El burka en directo



Regresaba a casa esta mañana y al doblar una esquina, me he encontrado frente a un burka; igual a éste; también con el niño, solo que lo llevaba de la mano la mujer que vestía esa prenda.
El fondo era diferente, claro. En lugar de casas de madera y adobe, había edificios altos, con grandes ventanas y muchos balcones para ver el mundo a placer. Alrededor, los hombres iban en mangas de camisa y las mujeres llevaban blusitas sin manga y los cabellos al aire. Ellos y ellas con su color favorito, con su estilo personal, con su libertad para ir como quieran.
Y digo esto, consciente de que quizá, la mujer del burka, quería llevarlo; que esa es su forma de querer vivir y no tengo derecho a decir nada por ello.
Pero no he podido evitar sentir una pena tremenda por no poder verle la cara. Su cara; esa que solo tiene ella; con sus ojos, grandes o pequeños, el color de su piel, su sonrisa, su expresión.
Me he dado cuenta de lo diferente que es ver los burkas en la televisión, leer sobre ellos en los periódicos o encontrarlos de frente. Allí son solo imágenes o letras; aquí era real y ha pasado a mi lado, hablando con su pequeño.
No he podido imaginarme viendo el mundo desde detrás del tejido enrejado. Tampoco he sido capaz de imaginar como era ella.
No comprendo, y quizá no haya nada que comprender, como es posible conformarse a esa limitación de por vida.
No deseo decir nada en contra de ninguna creencia, uso o costumbre. Solo manifiesto mi estupor porque aún perduren estas y otras terribles prácticas, que todos tenemos en mente y que, en su mayor parte, se ejerzan contra las mujeres y, en muchos casos, por las mujeres.
Voy a dejarlo, porque al final, acabaré escribiendo cosas que no quiero decir.
Lo único que me consolaría ahora mismo, sería volver a encontrarla y poder quitarle el maldito burka, si ella lo deseaba.
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"Casta Diva" de la ópera Norma de Vincenzo Bellini. Canta Maria Callas. 5.15 megas

14 junio 2006

¡Apúrense...!

Vayan raudos como centellas a votar a nuestra amiga Pitonisa aquí:


http://elpiernaton.blogspot.com/2006/06/he-aqu-la-terna.html


Tenía que poner este post, porque mi amiga me ha amenazado de muerte si no la promocionaba. Y me siento joven para morir. Así que pasen por ese sitio a decir que sus piernas son las más bonitas del mundo y que es ella y sólo ella, quien merece ese viajecito a Puerto Vallarta.

Los que hayan ido, quedan excusados de volver, porque creo que solo vale un voto por persona.
Lástima, porque quería votarla unas cuantas veces más.
Voten a Erika y sólo a Erika.

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Espacio electoral gratuito, patrocinado por Trenzas.
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"Children of the revolution" 2.79 megas

09 junio 2006

Está lloviendo

No mucho, pero llueve. Y cuando llueve, dan ganas de enroscarse en el sofá, con un buen libro o una buena película o un gran almohadón y descabezar un sueñecito.
Pero yo tenía dos cosas importantes que hacer; una, ver ganar a Rafa Nadal la semifinal de Roland Garros a ese gran jugador croata de nombre casi imposible; Ljubicic. Y como Rafa ha ganado, me he despejado mucho y he cumplido la resolución que tomamos la cabra y yo, hace pocos días.
Ahí tenéis el enlace a la página de Amigos Invisibles. Espero que se encuentren cómodos, pero que no se apoltronen, que esa no es la idea :)
Y ahora, con vuestro permiso, voy a ponerme nerviosa otra vez, porque el domingo toca partido a muerte Federer-Nadal y no las tengo todas conmigo.
Por cierto; ¿sabéis que Roland Garros fue un aviador francés? Nacio en 1.888 y murió en 1.918 en acción de guerra; record del mundo en altura, realizó la primera travesía aérea del Mediterráneo en 1.913 y también inventó el procedimiento para disparar a través de la hélice.
Siempre me he preguntado el motivo de que un Torneo de Tenis lleve el nombre de un aviador.
En fin...

03 junio 2006

Reunión en la cumbre

En realidad, no; en la cumbre solo estaba la cabra porque yo no estoy para subirme a los armarios, pero reunión sí que hubo. Estábamos todos; los gatos, el canario, la cabra y yo.
Deliberábamos acerca de un tema que también he leído en el blog de mi amiga Arare_
¿Qué motiva el abandono de tantos bloggers estupendos?
Los gatos dijeron que quizá no se irían si se les pusieran almohadones de pluma debajo de los brazos y en el respaldo de la silla, pero lo retiraron en vista de que el canario dijo que los almohadones también podían estar rellenos de pelos de felino y que hicieran el favor de no señalarle al hablar de plumas suavecitas. Los gatos, que son buenos en el fondo, se disculparon y ninguno de los tres volvió a decir nada, así que la cosa quedó entre la cabra y yo.
A ella le parece que los buenos bloggers, esas personas que tienen las cabezas llenas de letras y emociones, por eso mismo, a veces se desfondan. Se plantean el porqué de las cosas; se hacen preguntas y hacen preguntas, sin punto de interrogación, a sus visitantes. Vienen a escribir porque no sólo quieren que les conozcamos sino que desean conocerse mejor ellos mismos.
Y muchas veces los visitantes no estamos a la altura. No les ayudamos; no sabemos seguirles en sus planteamientos. No acertamos con el punto clave de la cuestión.
Estoy de acuerdo en eso, aunque como aquí la bloggera soy yo y no ella, puedo pensar en más razones. Por ejemplo: alguien empezó un blog en un momento especial o con una finalidad concreta; si el momento y la finalidad acaban, cesa la necesidad de compartir o expresar. Resultado: cierre de blog. O si alguien encontró un vehículo mejor para contarse su diario vivir; o si tenía en la mente unas cuantas historias o versos que deseaba mostrar y se interrumpió su inspiración; o si de repente resultó que alguien estaba interpretando mal sus palabras y eso creó un conflicto anímico. El resultado, como en el primer caso, es el mismo; cierre de blog.
La cabra y yo sí que nos pusimos de acuerdo en algunas cosas. Las dos lamentamos profundamente la marcha de tantos buenos amigos y estupendos escritores; sentimos en el alma tener que dejar de leer a unas personas que nos enriquecían con sus experiencias y las formas en que expresaban sus sentimientos; nos duele pensar que algunas tal vez no vuelvan nunca y las dos deseamos vivamente que lo reconsideren y regresen.
Y de común acuerdo, hemos decidido dejar los enlaces de los que ya no escriben, pero cuyas palabras aún siguen en la red, en una dirección especial. Y para eso le copio a mi amigo chicomalo 3772 el nombre que puso al enlace que servía al mismo fin; "Amigos Invisibles"
No le puedo pedir permiso; él también cerró su blog, pero seguro que no le importará.
Pronto lo tendréis ahí, en el lugar que le corresponde en los enlaces, y cuando regresen los amigos, volveremos a traerlos a primer plano.
La cumbre concluyó con esta resolución que, como todas las resoluciones tomará un tiempo, pero nunca tanto como las Resoluciones del Gobierno :)