29 marzo 2008

Tenderos o similares

Tendero: dueño o dependiente de una tienda, especialmente de comestibles.
Así define el DRAE, a las personas que, desde detrás de un mostrador, reciben, venden y cobran a sus clientes. El diccionario no dice nada de como deberían comportarse, de cual deba ser su actitud ante el comprador, y no sé si existe un código que lo regule, aunque puedo imaginar que sí existe y que va encaminado a que el cliente se sienta satisfecho con la calidad de los productos que se ofrezcan y con el trato recibido, porque el objetivo será que los compradores vuelvan otra vez. ¿O no?
Dejando aparte la historia de la col china, que ya os conté, tengo muchos motivos para pensar que, actualmente, les importa muy poco a los tenderos si vuelves o no. No solo es que no atiendan, sino que, a todos los efectos, te vuelves invisible; a menos que estén de malhumor, en cuyo caso lamentarás haber atravesado esa puerta.
Ejemplos:
Siempre llevo deportivas y algunas suelas resbalan sobre mojado. Así que me dije: "Entra en la tienda de ese señor que arregla zapatos, a ver si hay algún producto para evitar los resbalones" Y entré.
Trenzas- Buenos días.
Zapatero- Mgndsnssss (y sigue con lo que está haciendo)
T-Disculpe, quería preguntar si habría alguna forma de evitar que estos zapatos resbalen.
Z- (Inclina el cuerpo sobre el mostrador y mira mis pies) A ver la suela.
T- (Obediente, enseño las suelas de mis Geox)
Z-(Me mira con ojos de asesino y dice:) ¡Pero bueno...! ¿Cómo se atreve usted a entrar aquí llevando esa mierda de calzado? ¡En los pies no puede llevarse nada más que cuero, piel, cuero del bueno! ¡Cómo se puede ser tan ignorante! ¿Tiene usted idea de como está perjudicando su columna? ¡Aquí no vuelva a entrar preguntando esas tonterías! Tengo cosas mejores que hacer que atender a ignorantes que no saben lo que es ir calzado. ¡Ahora mismo vaya a usted a comprarse algo decente para los pies, pero no venga aquí a enseñármelo porque no quiero verla más...!
.
Como en el transcurso de su invectiva, que fue mucho más larga, se había ido poniendo rojo como un pimiento, los ojos se le salían de las órbitas y se inclinaba sobre el mostrador con evidentes ganas de morderme, preferí callarme y salir sin decir ni media palabra. Muerta de miedo y con la boca como un estropajo, eso sí.
***
En el super hay un cartel en que te recomiendan vivamente que hagas un pedido, mínimo 60 euros, y que ellos te lo llevarán a casa, dentro de unas franjas horarias que no especifican. Pienso "¡Mira que bien! Pues ahora mismo" y pregunto las horas de entrega.
Respuesta -Bueno, eso depende, porque ahora mismo uno de los repartidores está de baja.
Trenzas-¡Vaya..! ¿Y el otro repartidor?
R- Con el otro no se puede contar del todo. Demasiado trabajo, y con lo poquita cosa que es...
T-Sí, claro, pero entonces ¿cómo se las arreglan para llevar los pedidos?
R-Llamamos por teléfono y según lo que nos dicen, hacemos.
T-¿Y podría llamar ahora e informarme, por favor?
R-Bueno. (La dependienta coje el teléfono como si apestara, y marca. Cuando contestan dice unas palabras de espaldas a mí y cuelga) Mire, que si usted hace el pedido hoy, mañana se lo llevarán a alguna hora.
T-¿Perdón...? ¿No podría concretar un poco más? Porque es que yo trabajo y no siempre estoy; por eso pregunto la hora ¿sabe?.
R-¡Ah, eso ya...! Nosotros no tendremos la culpa si usted no está en su domicilio y por esa causa no podemos entregarlo.
T-¿Así que yo hago la compra, la pago, y luego ya se verá si me lo entregan o no?
R-Sí; eso mismo.
T-Pues menos mal que se me ha ocurrido preguntar...
***
Necesito pantalones. En la tienda de la esquina he visto unos que me gustan. Voy a ver.
Trenzas-Buenos días
Dos dependientas- (Ni me ven, porque están enfrascadas mirando fotos en el móvil de una de ellas. Sé que miran fotos porque no paran de decir : "¡Jo, tía, ¿has visto que careto?" y se rien a mandíbula batiente señalando y poniendo caretos ellas también)
En vista del éxito, me pongo a mover perchas a ver si encuentro mi talla. La encuentro y digo:
T-Por favor ¿podría probarme estos pantalones?
D-(Sin levantar la vista del móvil) Ahí (señalando un espacio detrás de una cortina)
Me pruebo los pantalones. No. Me pongo mi ropa y salgo a buscar otros. Repito la operación hasta que encuentro unos que me van bien. Me acerco a las chicas con ellos en la mano; una de las dos los coje, mira la etiqueta, los mete en una bolsa y dice, con los ojos en la pantalla del móvil:
D-Treinta euros.
Pago, cojo mi bolsa y ya ni me molesto en decir adiós. ¿Para qué, si no me iban a oír?
***
Espero que entendáis que no digo que TODOS sean así, porque no sería cierto. Lo que sí es cierto es que perdemos las formas y la buena educación aunque en ello nos vaya el éxito o el fracaso de un medio de vida. En gran manera, somos responsables por permitir semejante trato y por dejarnos manipular con publicidad y ofertas engañosas. Lo peor es que, como hice yo en la tienda de ropa, acabas respondiendo a la mala educación con mala educación y eso no está nada, pero que nada bien.
:(
*

25 marzo 2008

¿Dragones...? ¡Sí, por favor...!

Pon un dragón en tu vida, pero solo con el pensamiento. Aunque de momento no parecen correr peligro de extinción, es una especie delicada y solo la gran protección que reciben, nos garantiza el poder seguir contando con ellos. Aquí tenéis al "Vanishing Dragon", también conocido como "Leafy Dragon" y como "Caballito de Mar Foliado", espléndidamente fotografiado por John Lewis.
Si aumentáis la imagen, veréis una casi evanescente criatura, que vive solo en Australia, en una estrecha y larga franja de las costas Sur y Oeste. Unos 12 o 14 mil kms. de largo por solo uno de ancho.

Esta proximidad a la costa lo hace especialmente vulnerable a buceadores y vertidos humanos. Es el animal emblemático del Estado de Victoria (Australia del Sur) y creo que solo hay dos o tres Zoos en el mundo que han conseguido tenerlo entre sus habitantes. Su nombre científico es "Phycoderus eques" y, como ya habéis sospechado, está emparentado con el mucho más conocido Hipocampo o Caballito de Mar.
Es una criatura delicada, casi transparente que, más que nadar, parece que levita en el agua. Los adultos, miden unos 45 cm. de longitud y son los machos quienes se hacen cargo de la prole, transportando los huevos adheridos a su cuerpo hasta que llega el momento de su nacimiento. Entonces, el cuidadoso padre, se agita entre las algas, los huevos eclosionan y aparecen los menudos Dragones, completamente preparados para llevar una vida independiente. Nada de quedarse en casa hasta los 35 años, no.
Aquí tenéis uno de dos o tres días de edad.


En cambio, por este otro, ya no podemos hacer nada. Se extinguió hace miles de años. Es el "Gunlong", descubierto en China y al que se cree antecesor del "Tyranosauros Rex", ese feroz dinosaurio que, regularmente, aparece en las pantallas de los cines, haciendo papilla todo lo que se interpone en su camino. Una impresionante recreación, a partir de los fósiles, de como debió ser este terrible animal.


No es disparatado pensar que, cuando los primeros hombres, encontraran sus restos, los enormes huesos y, tal vez, un atisbo momificado o fosilizado de su cabeza, les causara una enorme impresión y permaneciera en su recuerdo. Estos recuerdos transmitidos oralmente, debieron dar rienda suelta a la imaginación durante muchas generaciones, que irían acomodando, ensamblando, realidad y fantasía.
Y por último, el "Dragón de Komodo". Para verlo solo tenemos que hacer un viaje hasta el Archipiélago de la Sonda, en el Mar de Flores (Indonesia). Descendiente directo de los dinosaurios, este reptil no fue descubierto hasta 1.912. El aislamiento es la causa de su supervivencia, aunque ahora está en peligro de extinción. No vive en todas las islas del archipiélago; solo en dos o tres de ellas. La mejor estudiada, la Isla de Flores donde este imponente varano tiene su Parque Nacional propio.


Es peligroso; no duda en matar y comerse a los más pequeños de su misma especie y se sabe que, con relativa frecuencia, ataca también a las personas. Aunque es buen corredor, solo necesita morder a una presa. Su venenosa saliva hará el resto, y cualquiera a quien haya logrado inocularla, morirá en pocas horas. Recientemente, en Inglaterra, se ha descubierto que las hembras pueden fecundarse solas y tener a sus pequeños dragoncitos sin concurso exterior. No deja de ser una ventaja, teniendo en cuenta que las hembras pesan menos de la mitad que los machos, que pueden alcanzar los 125 kilos y los tres metros y medio de largo, y la manía de la especie de comerse todo lo que se mueve en su entorno.
Y esto es casi todo lo que sé acerca de los dragones que tenemos la certeza de que existen o han existido. Os aconsejo vivamente adoptar solo al primer presentado. No me hago responsable de lo que pase si optáis por alguno de los otros.
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18 marzo 2008

Diferencia en las referencias

¡Ufff...! Me ha salido un título como un trabalenguas, pero ahí se queda.
Hemos dormido mal esta noche. No es de extrañar que estemos espesitas y que nos hayamos levantado peleonas la Cabra y yo. El caos ha comenzado nada más salir de la cama, que nos ha escupido sin contemplaciones cuando aún era de noche. Bueno, no exactamente al saltar de la cama. Antes he tenido que ponerle una tirita en el cuerno derecho a la Cabra, que hay que ver lo quejica que es.
Luego he ido a buscar la cafetera y las hojas de ficus y nos hemos sentado a rumiar y tragar, respectivamente. Y ha sido entonces cuando, sin imaginar lo que se me venía encima, he dicho:
Trenzas -Oye, cuando acabemos voy a ir a la frutería a por manzanas.
Cabra -¿A qué frutería?
T -A las "13 naranjas"; la que está al lado del Teatro.
C -No está al lado del Teatro.
T -¿Cómo que no? ¡Vaya si está!
C -No señora; está a la derecha de la "Boutique Venice Chic"
T -¿Mande...? Perdona, pero no. No sé si a la derecha o a la izquierda, pero está junto al Teatro.
C -¡Que no...!
T -¡Que sí...!
C -¡Que no...!
T -¡Vaaaaaleeee....! Pues ya te estás peinando el tupé, porque vas a venir a ver quien está en lo cierto
C -¡Pos vaaaaaleeeee....!
Y allá que nos hemos ido. Y ha resultado que las dos teníamos razón. Boutique a un lado de la frutería, Teatro al otro. Ya no digo si a la derecha o a la izquierda, porque eso depende del punto desde el que mires.
Y entonces me he dado cuenta de por qué, a pesar de dar o recibir con todo cuidado las indicaciones para llegar a tal o cual punto, nos perdemos tanto. Nos fijamos en las referencias que nos interesan y pasamos por alto, o mejor, ni siquiera vemos, las que no nos importan. Y lo peor es que pasamos por alto lo obvio; la referencia sobre la que no puede haber diferencias. Por ejemplo: la calle y el número concreto.
Si bien es cierto que no parece muy dramático, para el caso de que lo que se busque sea una tienda de comestibles o de muebles, sí lo es para otros aspectos de la vida.
Hay demasiadas diferencias en nuestras referencias vitales como para ponernos a dar rutas a seguir, sin saber cual es la referencia de nuestro interlocutor.
Cuando preguntamos, es que no estamos seguros. Y no sé que es peor; seguir indicaciones que no entendemos, o quedarnos como estábamos.
En fin..., ya os he dicho que hoy estaba espesita.

10 marzo 2008

Consumatum est

Ya podemos volver a ver la tele, si nos apetece, sin miedo a que nos coja por sorpresa una cuña de propaganda electoral. Parece que no, pero es una tranquilidad que no valoramos lo suficiente.
Y cesarán las discusiones familiares sobre quien va a votar a quien y por qué. Aquí en casa, hemos tenido sus más y sus menos a cuenta de eso, no creáis. La Cabra quería votar a los del PSOE por aquello del vegetal en la mano, que a ella igual le da ficus que rosas, con tal que se lo pueda comer; el canario quería irse a Canarias para poder votar a los suyos; el gato se lamentaba, amargamente, de que ADENA no fuera un partido político e insistía en escribir a los de Greenpeace, que están más politizados, para que hicieran el favor de presentarse, como mínimo, al Senado. Y yo no pienso contaros a quien voté porque forma parte del secreto del sumario.
Total, que entre unas cosas y otras, casi hemos salido a tortazos. En fin...
Os iba a contar el mito de Orión, pero he preferido dejarlo para un poco más tarde, porque me apetece mucho hacerlo bien y quiero informarme más y mejor. No os lo vais a creer pero voy a tener TIEMPO. Tiempo es eso que se va volando si estás de vacaciones y que nunca acaba de pasar cuando estás con la "depre" a cuestas, como ya sabéis. Y con ese tiempito que tendré, podré, de una buena vez, poner al día todos los espacios que, se supone, mantengo en la red. Podré escribir con calma (o sea, no escribiré) y podré ordenar y reordenar los armarios y las carpetas del disco duro. Leeré y leeré y saldré a pasear con la Cabra. Y en cuanto lo tenga todo proyectado y requetepensado, pasará algo y volveré a quedarme sin tiempo.
:)
Ley de vida, que diría mi abuelita. Una Ley que, en cuanto sea presidente del gobierno, haré lo imposible por derogar.

05 marzo 2008

Diez minutos de música...

... para ponerla en segundo plano y seguir con vuestras cosas.
O para cerrar los ojos y desconectar de todo lo que no sea ese maravilloso violín.
O para ver con los oídos el juego de los niños o los duendes.
O para sentir la alegría de vivir.

Es un compás de espera mientras me dedico a saludaros en vuestras casas y os cuento lo mucho que os he echado de menos.

Sonaba "La Campanella"

Autor: Niccolo Paganini
Violín: Salvatore Accardo
Orquesta Filamónica de Londres dirigida por Charles Dutoit