27 noviembre 2007

Teoría de la Conspiración

Es buena idea tener una teoría así cuando las cosas no salen como quieres porque siempre podemos parapetarnos detrás. No hay duda de que el mundo en general y nuestras circunstancias en particular, conspiran para no dejarnos hacer lo que queremos, en el momento en que queremos. Y es que, yo quiero y yo puedo, aún no son sinónimos.
He estado sometida a conspiraciones varias en este tiempo, casi un mes, de ausencia. Conspiraciones de recuerdos tristes, de desánimos, de cosas inconclusas que me saltaban a las manos exigiendo que las acabara de una vez; un bordado con tres puntadas pendientes, unos discos que copiar y devolver, el capítulo de un libro que urgía entender, ficus que podar, papeles que ordenar, vida fuera de aquí, impacientándose...
Y un poco de frío en el alma y alguna que otra explosión de rabia. Es decir, la vida en crudo y en directo, conspirando insidiosa; escondiendo las letras del teclado y oscureciendo el monitor.
Querría haber estado aquí este noviembre; todo él, porque el día 19 cumplí mis tres años de bloggera. No pude encontrar un resquicio en mi propia conspiración vital y no estuve para celebrarlo.
Sin embargo, no celebrar, no significa dejar de agradecer. Os doy las gracias a todos por vuestra compañia en este ya largo viaje, por vuestros pensamientos, por vuestras ideas y por las palabras que ponéis a mi alcance, aquí y en vuestros espacios; por lo que he aprendido y sigo aprendiendo de vosotros, y por todas esas manos tendidas que no saben de distancias ni conocen fronteras.


Espero y deseo encontraros aquí otros muchos años.
¡Gracias por todo, y a todos..!