09 mayo 2008

Filosofando...

Decía Blaise Pascal, allá por el mil setecientos y pico, que "el hombre tiende a negarle espacio al silencio porque el silencio ayuda al pensamiento, y el pensar provoca la tristeza"
Otro pensador más reciente, el Dr. Juan Corbella, en 1987, publicó un libro titulado "Miedo al silencio" que expone, desde el punto de vista de su experiencia de psiquiatra, la necesidad abrumadora que tenemos los humanos de estar rodeados de sonidos, y propone el silencio como medio para descontaminarse de lo externo y afrontar nuestros conflictos interiores.
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Varias veces he dejado dicho aquí lo mucho que aprecio el silencio; aprecio y necesito. Y me cuesta un mundo conseguirlo. No tanto el exterior como el interior. Cuando tengo la cabeza llena de ruidos, esos "conflictos interiores" que dice el Dr. Corbella, me resulta imposible concentrarme en ninguna otra cosa. No logro decir lo que deseo y, como consecuencia, suelo enredarme con las palabras y acabo hablando más de la cuenta. O cocinando noches enteras, que es un medio estupendo para dejar de pensar en conflictos, so pena de picarte los dedos en daditos como las cebollas. Cuando se cocina hay que estar atento y no pensar en cosas que no alimentan.
Claro que cocinar toda la noche tiene algunas desventajas; engordas, porque hay que comerse lo cocinado y te pasas el día siguiente suspirando por una almohada blandita donde dejar caer la cabeza.
En fin, eso; que nada es perfecto en esta vida. Y no tengo ninguna prisa por saber que pasa en la otra.

20 comentarios:

Luciernaga dijo...

Ya veo que eres una "Serrat-adicta" ;-) Es grande Serrat, sí, está muy bien.

El silencio es fundamental para mí también. Nuestro pensamiento suele ser como una "casa de grillos", un barullo de cien mil voces internas, un caos, y si a eso sumamos los estímulos externos, conversaciones, T.V., etc... ¡es para volverse loco! y de hecho mucha gente anda mal de los nervios. Es preciso de vez en cuando detenerse un rato (o un día) en silencio con uno mismo y centrarse, hallar el centro interno de uno, para así luego funcionar mejor.

Un abrazo

§ 555 § eL lOcO

Recomenzar dijo...

Justo es lo que necesitaba leer esta mañana vos y Juan manuel

BETTINA PERRONI dijo...

Amo el silencio... en verdad creo que es donde me encuentro... donde me refugio y desintoxico de todo.


Ayyy trenzas, se me ha antojado ese cafecito del que hablas... puedo?... saludos a la cabra ;)

Trenzas dijo...

Luciérnaga: Sí que me gusta Serrat, aunque yo no me definiría como adicta :)
A lo que sí soy adicta es a intentar encontrar una relación entre lo que escribo y lo que se escucha. Y si no lo consigo, entonces algo que no rompa el ritmo lector. Conste que me cuesta un montón; a veces, más tiempo que el que me lleva escribir un largo post :DD
Totalmente de acuerdo en el caos externo e interno que sufrimos y en la necesidad de la reflexión silenciosa como paliativo y descanso mental.
Intentar no pensar, como comentábamos hace pocos días en tu blog :)
Un abrazo, amigo.

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Mi despertar: Bienvenida al blog, amiga.
Me alegra que hayas encontrado aquí una ayudita para pasar el día.
Es reconfortante saberlo. Gracias.
Y un abrazo.

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Bettina: ¡Sírvete, por favor...!
:)
Se nota en alguno de tus posts esa afición a la tranquilidad silenciosa. Cuando hablas de las playas o de las estrellas, por ejemplo.
La Cabra te manda un tope acriñoso y yo un abrazo enorme, preciosa.

Anónimo dijo...

Me encantó el final!!!!!
;-)

Pues yo soy una obsesiva del silencio, amo el silencio y me pasma como le llevo la contraria al mundo que no puede vivir sin algo "encendido".

Por ello nada como perderse en mi amado sur... sólo viento, sólo el rumor del agua...sólo bosques y montañas...

Cómo se nota que sufro la gran metrópoli!

Buen finde preciosa!

Anónimo dijo...

Diosesssssss, las manzanas!
Imperdonable lo mío
;-)

Besos a ambas, entrañables.

Abel Granda dijo...

Como buscador de silencios que soy, no puedo menos que compartir con Ud. uno de mis últimos descubrimientos; se llaman: "Taps", y son unos tapones para los oídos elaborados por una monjas de Mallorca,...o Menorca (el tamaño no es importante), pero de una eficiencia testada por mí mismo, que soy muy exigente a la hora de luchar contra el mundanal ruido.

Arcángel Mirón dijo...

Yo también necesito el silencio. No puedo vivir si el mundo se mete por mis oídos todo el tiempo.
Yo necesito pensar, con sus consecuencias.

Un abrazo, Trenzas.

:)

Miss.Burton dijo...

Me autoimpongo silencios eternos, en los que me pongo triste, pero saco a pasear a las neuronas con buen resultado, ya sabes, limpiar la memoria de recuerdos inútiles, dejar pasar historias estúpidas, enfrentarme con lo verdaderamente importante.. sí, vivo con silencios que se quedan en mi casa como inquilinos ilustres. Quedarse a solas con uno mismo, creo que no hay aventura mas excitante, y que mas consecuencias sanas y alentadoras nos traiga el hacerlo.
Brindemos pues por el silencio, y sus devastadoras muchas veces consecuencias, pero... exactas, y buenas al final del todo. Siempre traen verdad..
Un besazo fuerte, amiga, eres un solazo.

Robertö dijo...

uy...como aprecio el silencio. De afuera y de adentro....
lo bueno de los bloggers es que no gritan.

Salud. Espero que pase todo.

Joseph Cartaphilus dijo...

Me encantó esta frase

Cuando se cocina hay que estar atento y no pensar en cosas que no alimentan

Y también la mención a Pascal. Mismamente he decidido pedirle a la Biblioteca Naufrágica que me haga llegar algo del tan mentado señor, que contanta frecuencia dice cosas que me interesan

Y yo te dejo otra que creo que es la única frase que se que hace que parzca que soy listo

El Silencio es la suprema expresión de la dicha y de la desgracia

Lo dijo Chejov, que era un tipo listo

Dichosos rusos

Jordi Peidro dijo...

Amo el silencio. Y lo añoro aún más ante la imposibilidad de conseguirlo cuando lo deseo. La base siempre está inundada del ruido de los motores de los Dakota que vienen y van. Del griterio de pilotos, mecánicos y demás gente que pulula a mi alrededor y así es difícil lograrlo.
Solo en algunas noches veraniegas, cuando los chicos han decidido no volar más y me encuentro en la más absoluta soledad, hablo conmigo mismo, escarbo en mi interior, me entra determinada melancolía y me digo que quizás tener a todos revoloeteando a mi alrededor no es tan mala idea.
Así que tan solo duro cuatro o cinco días en la más absoluta soledad, sin cruzar palabra con nadie, y enseguida vuelo hacia el lugar donde mi gente repone fuerzas para encarar nuevas aventuras.

Así que ya ves, nunca estoy del todo satisfecho con mis circunstancias. Y aún así, soy feliz de este modo.

Besos amiga.

Trenzas dijo...

Mar: Pues esta mínimetropóli en que vivo, también la sufro bastante, no creas. Aunque nada comparado como cuando mi cabeza empieza a hacer ruido de engranajes oxidados :)
Tenía un lugar así, como tu sur, pero ya no y ahora no sé que hacer :(
Bueno; un tiempo llega después de otro y ya veremos.
¡Menos mal que te acordaste de las manzanas...! La Cabra ya estaba tomando carrerilla para embestirte.
:DDD
Un superabrazo, poeta.

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Lenguaraz: Gracias por la información. Curso pedido con urgencia a los varios conventos de las Baleares, a ver si hay suertecilla :)
"Lejos del mundanal ruido". He recordado esa película con su frase. Esto de ser Jamie Lee, es lo que tiene; te dicen cualquier cosa y ya estoy recordando pelis :(
Un abrazo grande, amigo mío.

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Arcangel Mirón: Pero ¿tú abes lo que dices...?
"Pensar con sus consecuencias"
¡Terrible...!
:DD
Me parece que todos estamos necesitados de un poquito de paz.
En fin...
Un abrazo grande, Arcangel.

Trenzas dijo...

Deliriumtremends: Lo verdaderamente complicado es poder llegar a ese silencio interior, o a algo parecido.
Lo externo nos arrastra.
Cuando se consigue y hacemos eso de tirar lo inútil, lo que nos ensucia los cristales mentales y no nos permite ver más allá, la vida tiene otro sentido.
No siempre es posible y no siempre querremos hacerlo, pero los beneficios son indudables.
Después de la devastación, solo cabe empezar de nuevo ¿no te parece? Y con la lección aprendida :)
Un abrazo muy grande, poderosa mujer.

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Roberto: :)
Eso sí que es verdad; los bloggers no gritamos :DDD
Y si lo hacemos, nadie nos oye y no contribuimos al ruido global.
Es que soy muy exagerada, Roberto; no es para tanto, de verdad. Un poco (o un mucho) de ruido cerebral, no me matará. Espero :)
Un abrazo super grande, querido amigo.

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Trenzas dijo...

Joseph Cartaphilus: Puedes quedarte la frase "cocinera". Te la regalo :)
Gracias por la de Chejov. Muy certera.
Las grandes mentes siempre nos dicen cosas grandes; importantes para conocer y conocernos.
Eso no se le habrá pasado por alto a tu bibliotecaria y seguro, seguro, que tiene bien a mano algún libro de Pascal.
Abrazos cariñosos, querido naúfrago.

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Melchor Mombo: Imagino lo que debe ser una base llenita a rebosar de Dakotas y pilotos impacientes.
No te envidio el ruido, aunque imagino que compensan las aventuras y las reuniones para contarlas :)
Me has recordado a Saint-Exupéry con esa referencia a las noches en absoluta soledad hablando contigo mismo.
Lo romántico, que aparece cuando menos se piensa.
Y la necesidad de volver, también.
Un beso grande, amigo.

Imagine Photographers dijo...

MMmm...me encanta el silencio, antes podía entrar en el contentísimo y salir muy triste, como entrar muy triste y salir contentísimo era como un viaje...pero ultimamente lo tengo mas crudo con unos pesados acúfenos que parece que han instalado a perpetuidad una orquesta en mi coco, pero lo mas grave no es eso... el problema es que parece ser que mi masa encefálica es inferior a la cavidad craneal, produciendo ecos y reververaciones varias de dficil solución, mi amiga Pilarin me dice que la solución es practicarme un relleno de corcho con la ventaja de que pasaría desapercivida la intervención ya que segun ella, todos los hombres tienen un porcentaje muy alto de ese material en el coco. Con amigas así, siempre es mejor el silencio:)
Trenzas guapa, aquí no se salva nadie, ni Pascal ni Corbella ni nadie...¿como se podría escribir de algo que se desconoce?.Incluso dios si existe seguro que teme el silencio que le permitiría oir los gritos y lamentos de todas las injusticias de su mundo...
Moooools petonets i una abraçada forta forta forta de Rafa, Pepe i Franki

Trenzas dijo...

Imagine Photographers: Una causa muy común para los acúfenos es el estar expuesto a un ruido constante
:)
Lo del corcho, no sé yo...
Yo no me dejaría poner un tapón en el cerebro, que vaya usted a saber si un buen día le da por saltar, y se derrama todo.
:DDD
Creo que conseguir el silencio es una causa perdida en estos tiempos. Me refiero al silencio físico. Y tampoco es completo ese que intentamos conseguir en nuestra mente. Yo necesito mucho esa serenidad del "apagón" ruidoso; dentro y fuera. Necesitar no es sinónimo de conseguir y no hay más remedio que conformarse con lo que caiga.
Y también creo que el ruido ensordecedor de las injusticia no sería soportable ni para el creador.
Molts petons i abraçades pero a tots vosaltes, amics meus.

Unknown dijo...

Es cierto que el silencio lleva a pensar, pero no creo que el pensamiento lleve a la tristeza, si los pensamientos no lo son.
Más bien, es la tristeza lo que nos lleva a algunas personas al silencio.
Quiero agradecerte tu visita y tu comentario en mi blog. Besos

cieloazzul dijo...

silencios internos has dicho???
Jooo! pero existen???
si yo cuando digo estar silenciada s cuando más ocupo de la lengua!! Diosantísimo!!!
ni dormida yo se que es el silencio... con decirte que muchas veces hasta contesto balbucendo entre almohadones y pecados! jajajaja
besos mi reina!!

Trenzas dijo...

Cieloazzul: ¿Cómo...? ¿Pero es que tú pecas entre almohadones...?
:)
No, si yo no digo nada, que conste.
Bueno, si diré que es mucho mejor que no te calles y así podemos "escucharte" en el blog.
:)
Un besote, preciosa amiga.