22 octubre 2005

Niii nooo, niii nooo..

¡Ah, que día tan emocionante..! Ir en una ambulancia a toda velocidad (10 km/h) con los brazos acribillados de agujas, saltando en la camilla a cada bache y con la sirena sonando como una endemoniada, es una experiencia que no me habría perdido por nada.
La verdad, hubiera preferido ir de acompañante en vez de ser yo la que se caía de la camilla en las curvas, pero no se puede tener todo, así que me conformé con que me fuera sujetando un camillero gordo y simpático que me preguntaba a cada rato si tenía ganas de vomitar. No me extraña que pensara eso porque con tanto salto de bordillos y baches se me revolvía el estómago.
Bueno, eso fue el jueves a mediodía y suponemos que tuvo la culpa la vacuna de la gripe que me sentó fatal, o quien sabe qué.
Fue menos emocionante tener que esperar en los pasillos de Urgencias unas dos horas, y eso a pesar de que me mandaba el médico de cabecera con un pronóstico alarmante, y luego esperar otra horita larga a que apareciera un médico a preguntarme como me llamaba y otra horita más hasta que vino una enfermera a hacerme unas pruebas y luego hasta que apareció el especialista y luego..., etcétera, etcétera.
Total, que no tengo nada digno de mención, pero que estoy como si me hubiera pasado por encima una apisonadora de esas que aparecen en medio del desierto para planchar al pobre coyote que persigue al correcaminos.
La otra buena noticia, es que cuando volví de Urgencias, también había vuelto el ordenador de su revisión. Ahora le han cambiado el disco duro, con lo que OTRA VEZ, parto desde cero; sin direcciones, sin nada instalado, sin favoritos...
En cierta manera resulta reconfortante que a mí no hayan tenido que cambiarme el disco duro. ¿Os imagináis tener que volver a inventarse la cabra? ¡Uffff..., no quiero ni pensarlo!
No daremos más partes médicos hasta mañana o pasado, a menos que haya que ingresar a la cabra con un ataque de histeria por haberse perdido lo de la ambulancia y la sirena. Que parece que no, pero es muy envidiosa.

13 comentarios:

Sherezada dijo...

Ohhhhhh! así que después de todo, sí estuviste como secuestrada...! Eso de las vacunas es rarísimo; mi mamá una vez se vacunó antes del invierno, y pasó todo el año resfriada. Desde entonces jamás se ha vuelto a vacunar contra la gripe. Y qué emoción viajar en ambulancia! con esos saltos en el camino estaba mejor que ir a Dysneyworld yea yea!!!
Bueno, espero que ahora disfrutes de tu descanso obligado o tendrás que hacerte el cambio de disco duro que tememos tanto.

Besotes para toda la semana!!!

Sherezada

Anónimo dijo...

Vaya aventurilla, Trenzas, lo que más me alarma es que no haya sido la cabra la que te metiera en tan apasionante competiencia!!!

Eso de las vacunas resulta aguja de dos filos, no? Pero me alegra que estés bien y que no haya sido por otras causas lo de tu viaje con sirenas...

Que la cabra sea envidiosa me da risa pero no me sorprende, mirá nada más quien es la prefereida y la consentida allí contigo y luego dime si no le das la razón...

Abrazos

ignacio dijo...

Me alegra que esten con nosotros. Esas vacunas y yo no nos llevamos ni en pintura, con el pavor que les tengo a las abujas me muero con solo verlas. La ultima vez que tome una vacuna me enferme mas que todos los años juntos y no volvere, me amacho.

Hugs and kisses

YO dijo...

Lamento mucho que hallas estado malita, pero que bueno que no es nada serio, cuidate mucho y relax!
wow que anecdota la de la ambulancia! parece de pelicula.
besos.

Patricia dijo...

Lamento lo que sucedio, imagino lo mal que te debes haber sentido como para pasar por eso, yo la verdad no confio mucho en las vacunas de gripe, mejor que me de en lugar de retenerla jeje

animooooooooo

Prada dijo...

Aysssssssssssss nena!!!, que pasada!, pero al final no fue nada grave por lo que parece, no? por que si no ya estariamos preparando la denuncia contra el encargado de urgencias por "mal atenderte"... bueno, que cuidateme, a veces el querer prevenir resulta que nos fastidia mas, yo me vacune hace un par de meses contra la rubeola, (parece ser que en unas analiticas que me hicieron detectaron que el cuerpo la elimino, ya que mi madre me jura hasta por su padre que me la puso en su dia), y pues eso, que me pusieron la triple virica y ooooooh sorpresa, ronchas por toda mi cara y brazos, me sentia fatal... creo que a menos que sea algo importante, no volvere a vacunarme contra nada... solo cuando inventen la vacuna contra la estupidez...

Un besazo.

Gabriela Buendía y Adolfo Ramírez dijo...

vaya aventura, solo espero que ya estes mejor, y que ahora con el ordenador se más facil poder seguirte en tus comentarios, ya te extrañaba

Anónimo dijo...

:S dan ganas de reir.. por cómo lo cuentas... pero pobrecita! ais. mejórate (porque yo lo digo! no porque tú quieras.. jajaa). besote

China Rockers dijo...

Trenza pues espero que ya estes mejor.

Saludos!!!!

Gaddira dijo...

Lo importante es que estes bien y que sigas sin perder la sonrisa, un besito

Anónimo dijo...

Mmmm yo aún recuerdo cuando con 10 años me operaron de apendicitis, en mi pueblo no había hospital y tuvimos que recorrer unos 30 kilómetros como tu lo narras... imagínate: Mi abuela, mi otra abuela, mi madre, mi padre y una enfermera que me dijo que me iba a dar piruletas después de la operación (mentira podrida). Pero sobreviví. Ale, a cuidarse.

Trenzas dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros ánimos..!
Y sí, menuda aventura; de esas que te dejan sin ganas de ir al Everest en una buena temporada, por muy bonito que lo pinten.
:DDD
Voy a intentar recuperar la rutina con los blogs y los comentarios desde hoy. Me tomaré unas vitaminas y pondré a trabajar a la cabra a toda velocidad, que se ha quedado muy mustia, la pobre.
maría; bienvenida al blog.
Ahora mismo me voy a los vuestros a desearos los buenos días.
Un abrazo bien fuerte a cada uno.

Unknown dijo...

Querida Trenzas:

¿Cómo va esa salud? ¿y la cabra?, ufff! que esa seguro no te deja en paz, jajajaj!!

Espero me visite porque le guarde una rebanadita de pastel, vale??

Abrazo reparador

Claudia