05 diciembre 2008

La falta de costumbre

La Cabra y yo llevamos un par de días que no paramos en casa. A mí no me apetecía nada salir con este frío, pero ella se ha empeñado en que era ahora o nunca, y me ha arrastrado de tienda en tienda en busca de las cosas que había que comprar para cumplir con las tradiciones.
Empezamos por el regalo de mi madre que celebra su santo por estas fechas. Había que comprarle lo que sabíamos que quería; un jersecito, así que nada, a por él.
Cerca de casa han abierto una tienda de moda y allá que nos fuimos.
Trenzas - Hola, buenos días.
Dependienta - Muy buenas señora ¿en qué puedo servirla?
T - Bueno, mire, es que tengo que comprar un jersey para mi madre y en el escaparate he visto uno muy mono. Es ese de color malva; si pudiera decirme...
D- Ahora mismo se lo enseño.
Y se pone a desnudar el maniquí a toda velocidad.
T - Espere, señorita, espere. Quizás no haría falta desmontar el escaparate si me dijera antes la talla. Necesito una 46.
D- Nada, nada, no se preocupe. A veces parecen pequeños y luego no lo son. Es que de este modelo es el único que tengo y por nada del mundo quisiera privarla de la oportunidad de verlo de cerca.
¡Zas...! La Cabra que se desmaya ante tanta amabilidad y yo que tengo sujetarme en la pared por la misma causa.
D - (Extendiendo el jersey en el mostrador) ¿Qué le parece, señora? Porque si usted cree que le puede ir bien a su señora madre, se lo lleva usted, sin ningún compromiso. Si por cualquier causa no le viniera del todo bien, se lo cambiaremos o le pediremos otro de la talla que prefiera, sin ningún cargo adicional.
¡Zas...! La Cabra otra vez. Le doy un empujón con el pie para que deje de hacer el tonto, pero no se levanta. Se ha desmayado de verdad.
T - Pues me parece algo pequeño, y...
La dependienta me coge suavemente por los hombros y me encamina hacia el otro lado de la tienda donde hay tres o cuatro barras llenas a rebosar de jerseis.
D - Miremos a ver si encontramos algo que le guste y que sea de la talla adecuada. Estaré encantada de ayudarla para que usted y su señora madre queden satisfechas.
Lo cierto es que sí, que encontramos un jersey de la talla, modelo y color que le gustaba a mi madre y cuando ya estaba pagado y envuelto, la dependienta sale de detrás del mostrador, me acompaña hasta la puerta, la abre y me dice:
D - Espero haberla atendido bien y que se vaya usted contenta. Es que como acabamos de abrir la tienda, no tengo mucha práctica. Le ruego que si la he molestado en algo, sea tan amable de decírmelo y así podré disculparme y aprender.
¡Zas...! De este desmayo la Cabra tardó en recuperarse más que de los anteriores.
¿Pensáis que exagero? Pues no, al contrario. La conversación fue mucho más larga mientras miraba y la joven volvió la tienda del revés a fuerza de enseñar y enseñar, hasta las cosas que yo no había solicitado. Me llevó la bolsa con el jersey hasta la puerta y me dijo que había sido una cliente encantadora. Ahí fue donde ya tuve que coger a la Cabra en brazos, porque le temblaban tanto las patas que no podía dar un paso.
La emoción y la falta de costumbre, digo yo que sería.
¿A que es una pena que la amabilidad nos cause tanta sorpresa?
.

31 comentarios:

Pepa dijo...

Es verdad, no estamos acostumbradas a tanta amabilidad pues a mi me pasó justo al reves, y me salí de la tienda con ganas de decirle a la señorita dependienta que llamase a su jefe. de que era un mal sueño, una chumbera, una piedra en el zapato...etc etc. Resulta que habia un traje pantalón que me gustaba, yo por mi estatura, 1,55, los brazos no demasiado largos (hacen las mangas para gigantes!!), y poco "culo", (caramba como me imaginareis!! heeee pero que no estoy tan mal, jejejeje) bueno a lo que ibamos, vi el traje y parecia que me acomodaria, le pregunté a la señorita, por llamarla de alguna manera, que no movio el culo de su taburete mientras ojeaba una revista y me dijo sin mas, que no, que no era de mi talla...
Aun asi tome la percha, lo mire, me lo puse encima y seguia creyendo que si me iba...
Ella.... no, es que no le sentará bien es de cintura baja.. ( sin moverse del taburete) asi que por mi cuenta y riesgo decidí probarmelo mas que nada para poder fastidiarla un poco y porque me gustaba... y zasssss como anillo al dedo!! aun estoy esperando una sonrisa, una disculpa o algun gesto que no fuese de estreñida!!
Tu tuviste suerte, por cierto, queda lejos la tienda??? no estara por aqui cerca de la zona de Valencia?? habria que aprovechar antes de que la chica se canse!
Saludos!!

Víctor dijo...

Seguramente esa chica, además de dependienta, sea la propietaria de la tienda...

He llegado a tu blog por el comentario que has puesto en el de Carol... y vaya pedazo de blog que me he encontrado, tendré que mirármelo despacio.

Vert dijo...

¡A ver si la crisis nos va a servir para algo! Las economias de guerra azuzan la iniciativa.
De todas formas, yo te hubiera tratado casi igual. ;-)
Y a ágata no le hagas caso. Es una envidiosa exagerada.
Un pesto.net prenavideño

Trenzas dijo...

Pepa: Hace unos meses escribí un post que era justo eso que cuentas, refiriéndome a unas cuantos establecimientos y dependientes de mi entorno. Este es una especie de desagravio porque aún quedan (pocas, pero quedan) dependientes y dueños que se ocupan de sus clientes. Es lamentable que la actitud que comentas sea la que prevalezca.
Creo que la tienda te queda a unos 300 kilómetros, más o menos :) Y sí, es posible que la chica se canse en cuyo momento pasará a formar parte de las tiendas a las que no volveré :)
Y eso que ya me estoy quedando sin tiendas a fuerza de descartar :DDD
Un abrazo y ánimos, amiga.

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Víctor: ¡Bienvenido a mis blogs...!
Es posible que sea también la dueña, pero ya me he topado con muchos/as propietarios iguales o peores que los peores dependientes/as.
Aunque diferente del blog de Carol, Trenzas y Geranios también va de muchos libros :)
Nos seguiremos viendo, sin duda.
Bienvenido otra vez y muchas gracias.

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Vert!: ¡Cuánto bueno por esta casa...!
:)
Estamos de acuerdo; ante la escasez de ventas muchos y muchas van a tener que cambiar de actitud y, lo más importante, bajar los precios :)
¿Sólo casi igual...? :(
La cabra dice que ya sabe que no te cae bien, pero que tú a ella sí y que eso es lo que importa.
¿Y no piensas volver...?
Molts pesto.nets, però encara ens veurem abans de Nadal, no?

Luciernaga dijo...

Estamos tan acostumbrados a la rudeza de nuestros semejantes que cuando alguien nos trata obsequiosamente nos quedamos pasmados y hasta despierta nuestra suspicacia. Creo también que es algo cultural español y que en otros países esa "obsequiosidad" es el trato social normal.

Me ha gustado mucho el post, ya que anima el "espíritu de la Navidad" que hay que cultivar más que nunca estas fechas.

Un abrazo

§ 555 §

Imagine Photographers dijo...

No se si es problema de competencia o de genes, pero la verdad es que tienes razón y cuando encuentras alguna persona amable y simpática, te descoloca de tal manera que puedes caer en la tentación de comprar lo que no necesitas, como para agradecer el placer sentido:))).
Recuerdo un post tuyo con una experiencia muy diferente:DDD.
La cabra lo que tiene es mucha tontería, le he encontrado un posible novio por las montañas de Collcerola, cualquier dia se lo presento:DDD
Una abraçada molt forta amiga,
FRanki

Imagine Photographers dijo...

TREEEENZZAAAAAASSS!!! Creo que la Wep "Navidad de Trenzas" tiene algun fallo, no puedo oir su musica ni fimar :(((
Franki

Trenzas dijo...

Luciernaga: Desde luego la joven de la tienda tenía el espíritu de la Navidad a tope :)
No, en serio, me dejó, como dices, pasmada. Creo que, por lo que respecta a los comercios de toda la vida se han perdio esas ganas de atender bien y fidelizar al cliente. Debe ser la influencia de las grandes superficies, donde uno tiene que espabilar y no pedir nada, ni consejo siquiera.
Lamento que haya sucedido porque es gratificante la cortesía y la amabilidad. En fin, tiempos modernos o yo que sé...
Un abrazo fuerte, amigo.

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Imagine Franki: ¡Ya está...! Tü lo que quieres es la Cabra me abandone por un marido :(
:)
Pues sí que descoloca, sí. Y más si uno viene de las experiencias de ese post mío que citas, totalmente diferente a éste :)
Y también es verdad que puedes comprar más de loq ue necesitas si te bailan el agua, pero eso también lo hacemos en el Corte Inglés porque la oferta es tan enorme que no se puede resistir la tentación.

Bueno, veamos: no me extraña que no puedas firmar en la web de Navidad porque aún no he puesto el libro de visitas :DDD
Mea culpa, perdona. Intentaré encontrar uno hoy mismo.
En cuanto a lo de la música, no tengo ni idea, pero si navegas con algo distinto al IExplorer, como Mozilla o Firefox o Netscape, muchas veces estos navegadores no permiten escuchar la música. Aquí se oye normal.
A ver si es que no has puesto los altavoces :DDD
Abraçades i carinyets de la Cabra. I meus, es clar.

Trenzas dijo...

Imagine Franki: Ya está el libro a disposición.
¡Es que soy tan gandula...!
:DDD
Abraçades...!

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLÍÑ! un diez JAMIE
¿A que es un encanto mi sobrina?; verá la próxima vez, tendrá un ficus en la puerta y sales para ÁGATHA. Si le ofreciera un pactito...acepte y le hará un descuentillo

¿De verdad no ha notado nada?

Tony dijo...

¡Si!
Afortunadamente todavía existen restos de humanidad en algunos humanos...

¡Un abrazo muy humano!... (cabra incluida)

Trenzas dijo...

Lúzbel Guerrero: Algo sospechoso sí que me pareció, sí, pero no al extremo de imaginar el parentesco.
:D
¿Quiere decir que si voy en tiempo de rebajas, me estaré exponiendo a condenar mi alma inmortal?
Tendré cuidado, por si los diablillos...
Ágatha le agradece las mayúsculas, señal inequívoca de lo mucho que la aprecia.
:)
Un abrazo bien fuerte, amigo Lúzbel.

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Tony: Yo ya creí que necesitaría la linterna de Diógenes para encontrar algo como esa joven :)´
Sabemos que queda mucha humanidad en los humanos, pero a lo mejor es que nos hemos quedado sin ganas de manifestarla.
Abrazos míos y topetazos cariñosos de la Cabra. Y que escribas algo, hombre, que nos tienes en secano.
:)

Isabel Barceló Chico dijo...

He tenido la sonrisa puesta durante toda la lectura de tus aventuras del jersey y la cabra. Creo que yo también me hubiera desmayado, lo cual hubiera sido una lástima porque perderme semejante conversación y trato es imperdonable. La próxima vez que vayas a esa tienda (DEBES IR!!!!) no dejes de darle un abrazo a esa señorita de mi parte. ¿Dónde se había metido hasta ahora? ¿Es ella sola, o crees que anticipa un cambio radical en la atención a los clientes? ¿Durará? ¿Mejorará las ventas? Todo son preguntas... No estamos acostumbrados a tantas cortesías. Hace años que se viene despreciando al comprador, sin que yo haya logrado averiguar por qué. Besos, y dale a la cabra agua del carmen...

Pedro dijo...

Te encontré
Desmayada por la amabilidad.
Recuerdo cuando tú eras amable (con mis escritos)
Este mundo blog es oceánico, es fácil perderse.
Sí, hay personas amables.
Un saludo

Tony dijo...

Amiga mía:

Leí anoche su deseo... hoy temprano llegó la idea. Hace un momento la escribí.
Un fuerte abrazo.

Trenzas dijo...

Isabel Romana: Si es que es para eso y más; lo de desmayarse, digo
:)
Yo tampoco me explico el motivo de que los compradores hayamos bajado a la categoría de "aguantadores" Y que conste que entiendo que a veces los dependientes se mosqueen con algunos de nosotros, pero ¿con todos y sin haber cruzado ni una palabra...?
Incluso los clientes merecemos el beneficio de la duda :)
No sé si mejorará las ventas pero si depende de mí, sin duda. Y claro que volveré, si tengo que comprar otro jersecito o similar.
¡No, Agua del Carmen no, que se pilla unas curdas....!

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Pedro (Glup): ¡Hola....! Tienes razón; culpa mía porque yo no te había perdido. Estás enlazado en todos mis blogs :)
Para decir toda la verdad, te leo mucho, pero no te digo nada porque estoy como de cerebro exprimido y tus posts no son fáciles de comentar.
Hago propósito de enmienda :)
Un abrazo, Pedro.

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Tony: ¡Wow...! Ahora mismito voy a ver que te has inventado :)
Gracias miles, gran amigo.

Arcángel Mirón dijo...

Bueno, no quiero pecar de "gataflorismo"*, pero me parece un exceso de amabilidad. Como que si no compro, me da culpa.
Ay, me encanta la Navidad.

*Gataflorismo, de Gata Flora (si se la ponen, grita; si se la sacan, llora. Es un refrán burdo y grosero para ilustrar la inconformidad).

:)

Imagine Photographers dijo...

Lo que quiero es que adoptes un cabrito pa que la cabra este entretenida :DDD.
Es posible que sea lo que me comentas, me han colocadio un "mozila " de esos y he notado cosas raras desde que esta puesto.
Moltes gracies per la informació,
Una abraçada molt forta i a la cabra també.
Franki

Anónimo dijo...

¡ Cordiales saludos de nuevo, Trenzas ! Toda una delicia de la más fina humanidad y simpático humor, este delicioso artículo tan rico en conversaciones muy cotidianas. De vez en cuando te encuentras personas en el comercio, con parecidos a la de la acogedora tienda y la verdad es que se agradece mucho.¡Qué animada Comunidad más participativa y amistosa en los comentarios !¡Bellísima la música de la gran "Iva Zanichi ". ¡Deseo que estemos en la mejor comunicación ! ¡ Afectuosos saludos ! Antonio Ayala

cieloazzul dijo...

jajajajaja amiga!
y sí!
es una pena que el ser amable o presa de una amabilidad nos resulta inverosímil, siempre piensa uno, " que querrá a cambio"??
obvio, hacer la venta!! jooo!! que amargada me he leído!
jajajajaa
besos amiga mia!
y apachurros a la cabra desmayada:)

Anónimo dijo...

Tieta:Como se nota que estamos en crisis....
Me ha hecho muchissima gracia!pues a mi me ha pasado exactamente lo mismo!y comprandolo para la misma prsona!!que es mi yaya!!!La diferencia es que yo no lo compré!!!Me querian vender uno de la talla inferior!Que morro!!!!
No cesaré en mi busca...A por el jersey de la yayaaaaaaaaaaaa!!!!!un petonás.

Joseph Cartaphilus dijo...

De verdad existe gente así?

Pensaba que habían muerto todos o que poblaban una de las islas del vecindario, una remota y de dificil acceso.

Dicho esto, a mí me habría puesto nervioso. Me gusta la amabilidad en el autobus pero me desborda enlas tiendas

Dichosas sonrisas el miedo que dan a veces

Trenzas dijo...

Arcangel Miron: Pues sí; algo tiene de "gataflorismo"
:)
Pero mira, visto como están, o estaban, las cosas con la atención a los clientes, me parece bien, porque ya que les proporcionas modo de vida, al menos que sean amables.
La Navidad es un tiempo bonito, sin duda.
Un abrazo, escritora.

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Imagine Franki: ¡Nooooo....! ¿No te parece suficiente Gato, Canario y Cabra....?
Creo que tengo el cupo de animales cubierto para una larga temporada :DDD
¿Pero puedes seguir navegando IExplorer? Normalmente pueden alternarse. Nunca he querido que me pongan otro navegador a pesar de que siempre lo intentan. De hecho sí que tengo en este ordenador un Firefox, pero solo como proyecto. No voy a instalarlo. Ya me cuesta bastante entender uno, como para tener media docena.
:)
Moltes abraçades i petons, Franki

Trenzas dijo...

Cieloazzul: ¡Claro...! Hacer la venta es el objetivo y en este caso lo consiguió con su esfuerzo.
Cosa que también conseguirían otras personas si fueran más amables con los clientes. ¿Qué menos que recompensar el buen trato? Siempre que eso no te obnubile y no te quedes tres tallas menos de pantalón sólo porque la dependienta haya sido simpática, que tampoco es eso :DDD
Un abrazote, preciosa

Trenzas dijo...

Anónimo sobrina: Sí, sí, a por el jersey, que la yaya nunca tiene bastantes :)
¡Vaya si se nota! Me estoy dando cuenta estos días que compro mucho más de lo normal y en las mismas tiendas de siempre. La crisis está agudizando la sensibilidad de los vendedores :DDD
Pero eso; por mucha buena cara que pongan, si no es lo que uno quiere, no lo compra y en paz.
:)
Molts petonets per a tots a casa...!

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Joseph Cartaphilus: Ya también creí que se habían extinguido :)
Bueno, si te digo la verdad un poco nerviosa sí me puso. Este trato tiene más que ver con la inexperiencia que con nada. Es indudable que pulirá el exceso con la práctica y la preocupación es que lo pula tanto, que no quede nada dentro de 6 meses :DDD
A veces, como dices, sí que dan miedo, sí.
Un abrazo muy grande, querido Joseph

Ricardo Guadalupe dijo...

Hola Trenzas, qué bonita la música de Iva Zanicchi, pega muchísimo con lo que cuentas.
Yo en las tiendas suelo preferir que me dejen mirar tranquilo, pero es cierto que a menudo me viene muy bien que los dependientes me den ese pequeño empujón para llevar a cabo la compra. Al fin y al cabo si entro en una tienda es porque necesito algo, y no se trata de salir siempre con las manos vacías. Así que hay dependientes que me han ayudado a decidirme y me he marchado con mi compra tan contento, y si encima es con amabilidad, pues mejor que mejor.
El secreto del comportamiento de esa dependienta tendrá que ver con que disfruta con lo que hace, algo tan importante en cualquier profesión.
Y no sé si tendrá que ver con la llamada "crisis". De un tiempo a esta parte parece que todos estamos más dispuestos a reconocer nuestras miserias, y eso está haciendo que nos veamos más humanos, promoviéndose así movimientos de solidaridad que tanto echábamos en falta.
O eso, o será la Navidad ;-)
Un abrazo fuerte,
Ricardo

Trenzas dijo...

Antonio Ayala: ¡Disculpa, por favor...! Dejé atrás tu comentario sin querer :(
Se agradece mucho, es cierto, por eso creí que merecía quitarse la espinita y traer aquí alguien así. Por lo general, se suelen comentar en negativo estos trabajos, como yo también hice en su momento.
Mi orgullo son mis comentaristas :)
Vosotros sois quien realmente da vida al blog :)
Me alegra que a ti, tan aficionado a la mñusica te guste la elegida.
Te dejo un fuerte abrazo aquí, ya que no sé por qué motivo, me cuesta mucho que tu blog me deje comentar :)
Un fuerte abrazo, entusiasta profesor.

Trenzas dijo...

Ricardo Guadalupe: Siempre me ha gustado Iva Zanicchi; celebro que a ti también :)
Algo tendrá que ver la crisis, sin duda. Ayer mismo fui a buscar cd´s al mismo sitio de siempre, donde por norma, no te devuelven los buenos días, ni dan las gracias, ni se han molestado jamás en gastar uan sonrisa. Bueno, pues ayer, me descontaron 2.50 de la compra, me saludaron afectuosamente y salieron de detrás del mostrador para abrirme la puerta. Me quedé de una pieza, porque lelvo comprando ahí hace unos 4 años y tales cosas jamás habían pasado :DDD
O será la Navidad :)
Un abrazo fuerte, Ricardo.

Montse dijo...

buf... opino que la dependienta era la dueña. o que la dueña era la dependienta. Que ambas eran la misma persona, vamos. Que tu te vas al corte inglés y como no hagas desmayarse a la cabra encima del mostrador, ni te ven, ni te cobran ni ná.

Un petonet, reina mora.

Anónimo dijo...

La amabilidad en estos tiempso escasea tanto, que cuando vemos esa actitud en los demás, te emocionas hasta las lágrimas.

La amabilidad es algo que debería practicarse todos los días del año, no solamente en estas fechas. Si a nosotros nus gusta que nos traten amablemente, qué nos cuesta tratar así a los demás??.

Trenzas dijo...

Montse: Es muy posible que fuera como dices. Y que era muy novata, se notaba. No le quita mérito, porque ya he visto dueñas enfrascadas en interminables convesaciones con el móvil, mientras tú te congelas en el probador esperando esa otra talla que prometió traerte, o novatas que ponen cara de "¡a mí que me cuentas, que acabo de empezar!"
:)
Y lo del Corte Inglés ya es de pena, como otras grandes superficies. La Cabra desmayada en el mostrador las despertaría, sí sí...
:DDD
Moltes abraçades, Montse.

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Devadiosa: Es como dices, pero que difícil encontrar quien sea amable sólo porque le apetece serlo.
Corresponder a un saludo al salir o entrar en el ascensor, sostener la puerta para que salga la persona que va detrás o delante de ti, agradecer cualquier servicio, decir hola y adiós....
Eso ya casi forma parte de la historia, por desgracia.
La Navidad parece que lima alguna aspereza, pero sirve de bien poco si eso no dura. Así que, nada, a seguir regando cardos borriqueros :)
Un beso bien fuerte, Deva.