22 febrero 2007

Charlando con Teresa II


Teresa se las ingenió para tener cinco hijos en los ocho años que duró su matrimonio.
Su marido murió de repente durante la cena de un día del que ha olvidado la fecha. Ella dice "se cayó así" y deja caer la cabeza sobre la mesa del comedor y relaja el cuerpo, recreando de modo perfecto una muerte súbita. Sucedió poco después de la guerra civil y cuando parecía que todo iba a ir bien para su familia. No eran pobres. Tenían tierras y criaban animales que vendían y hasta un pequeño molino y un horno para hacer el pan.
Por algún motivo, herido tal vez, licenciaron a su marido antes del final de la guerra. Y él volvió al trabajo en el campo, secundado por Teresa.Poco después, la guerra los alcanzó en la zona donde vivían. Y me cuenta.
-¡Tú sabes que desastres pasaban! Ellos venían y se llevaban las gallinas, el trigo, las mulas, lo que les daba la gana. Y tu, chitón.

En este punto, hace el gesto de cerrarse la boca con una cremallera.
-Y no te vayas a creer que unos eran mejor que otros. Todos nos robaban. Y si alguno del pueblo te tenía entre ojos, cuando entraban los suyos, te denunciaba y venían por la noche a llevarte en cueros vivos al campo y allí, pum, pum, te dejaban tieso. Y cuando entraban los otros, lo mismo.
Teresa, me coge del brazo y me lleva hasta el centro del comedor, se echa el fusil al hombro y me dispara varias veces. Casi me extraña no caer muerta.
-¿Y qué te crees, que se quedaban contentos con eso? No, no. Mira tú si eran cafres, que luego ponían a los muertos atravesados en la carretera y les pasaban los camiones por encima. ¡Chacha, que cosa...!
Aquí, se muerde los labios y se lleva las manos a la frente, moviendo la cabeza arriba y abajo.
-Y yo tenía que pasar por el camino ese para llevar la comida al marido que estaba en el campo. ¿Tú ves, así recto el camino con los hombres muertos? Pues aquí junto, estaba mi marido arando. Yo miraba por la ventana antes de salir y contaba cuántos muertos había. ¡Madre de Dios...! Y cogia el hatillo de la comida y así como me acercaba y los iba viendo todos espachurrados, medio me tapaba los ojos. Aquello no era para mirar, no, no.
Teresa se pone una mano en la frente, la baja hasta taparse los ojos, la vuelve a levantar y la baja otra vez.
-Cuando ya estaba allí, topando con uno, levantaba la pierna y daba un paso largo para saltarle por cima del cuerpo sin pisarle. Y al poco, otro y otro. ¡Chacha, aún los estoy viendo..! ¡Terrible, terrible...!
Teresa se ha levantado de la silla y ha recorrido el camino uniendo la acción a la palabra. Veo que intenta taparse los ojos, que sortea los cadáveres como puede, que se tambalea cuando el cuerpo es demasiado ancho para sus cortas piernas.
-¿Y cómo ibas a comer luego con todo lo que habías visto? No podías. No te pasaba ni una miguita por la garganta.
Se lleva una mano al cuello y lo aprieta mientras hace el gesto de intentar tragar. Y se calla. A mí no se me ocurre nada que decirle y callo también. Se levanta, va hacia la ventana y mira sin ver, los ojos fijos en los cristales, las manos cruzadas en la espalda. Me parece que tengo que hacer algo. Me acerco y le pongo el brazo alrededor de los hombros. Es tan pequeñita que nada me costaría cogerla en brazos y acunarla. Pero ella se vuelve de inmediato, me mira y dice:
-Oye, ¿que te parece si vamos a comprar unos calcetines al mercadillo? ¿Tendremos bastante con cinco "ebros"?

38 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces parece que el silencio es mejor que cualquier palabra. Yo creo que es una creencia un poco coja y me atrevería a afirmar que lo que sucede (acontece o se hace) durante el silencio es lo que vale más que cualquier palabra (más que mil palabras para ser más exacto con el refranero popular). Y extiendo ese acontecer a la posibilidad de la nada. Muchas veces no es necesario hacer nada para que el silencio encuentre la forma de su poder. Lo que sí es indispensable es la presencia de alguien (bien podría decir de alguien que da y de alguien que recibe, pero muchas veces (no tengo ni la más mínima idea de cuántas) ese dador y ese receptor se concentran en una sola persona) que experimente el silencio y su circunstancia (muy parecido al concepto de tu coetano don Ortega y Gasset con su "el humano es el humano y su circunstancia") aunque incontables veces se limite a la experiencia experiencia individual y no exista su comunicación.

Gracias pues por esa comunicación que traes y que enriquece a quien quiere enriquecerse.

También me pregunto cuál es la fascinación inútil del ser humano por ese orden inexistente que intenta imponerle a las cosas y las circunstancias cuando la realidad presenta o deja ver que si existe un oden no es el tipo de orden que intentamos imponerle. Ejemplo perfecto me parece éste que tú nos regalas y que Teresa te regaló a ti, ambas con tanta naturalidad: Teresa simplemente cambia de pensamientos y así lo deja ver. No hay ataduras que la detengan para continuar (o pasar si se desea) con lo que sigue o lo que viene o lo que se presenta.

¡Ahhh! Gracias también por ese ejemplo tan hermoso y natural que ibidem supra.

Un gran abrazo para ti, topetones en la frente (cariñosos desde luego) para la cabra, maullidos y ronroneos y trinos a todos en casa.

Salú.

Y perdón por la verborrea, pero no me pude contener.
.

cieloazzul dijo...

Como me encanta Teresa.. cuanto se hace querer ella y más me admira la manera de inmortalizarla de esta manera Trenzas...
sabrá ella que anda de boca en boca por el mundo... y que hoy ha cenado conmigo en México?:o
que maravilla y que delicia la tuya de narrarlo... se vive...
muchos besos...
a Teresa donde esté , también:)

MIB dijo...

Síi por favor!! qué dulzura! cuánta ternura transmiten tus y sus palabras!! Eres magnífica trenzas, relatando cada gesto y cada palabra con esa simpleza que dan ganas de abrazar a teresa y llevársela en la palma de la mano para escuchar sus historias, y pasar horas y horas admirando esos ojos tan profundos que debe tener...
No sé trenzas... gracias... gracias por traernos humanidad a estas páginas de bits y bytes..

Besos desde mi orilla argentina!

yole dijo...

Una delicia...plena.

Sí, recogeré las tijeras que me he dejado en Venecia y a la luna...espejada te las llevo...y a cappella lo celebramos.
Docena y media de besos.

Vert dijo...

Una delicia.
Para no repetir, me adhiero a todo lo expresado por Julio.
Un pesto.net

Anónimo dijo...

Qué pena que otras teresas no tengan su escriba. Debería estar recogido por la Seguridad Social.

≈Gr¥§εL≈ dijo...

Me parece injusto que una persona deba tener en su memoria ese tipo de recuerdos...
Mas injusto aun que esto no es pasado, sino que dia a dia en muchos paises, escenas como las que guarda Teresa en su memoria, alguien las vive en carne propia en este preciso momento en que te escribo.

Que bueno que Teresa te tiene ahi... Sigue pasandonos sus charlas

Has dado ya mis saludos a Teresa?

Un beso yn un abrazo!

Patricia dijo...

Vaya, imagino que tus visitas a Teresa son mas entretenidas que ir al cine o encender la tele, es increible las cantidadd e anecdotas que gente como ella tiene que contar y trsite a la vez que haya pasado por situaciones asi.

Un abrazo!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Genial Teresa. Refleja la enorme capacidad de los seres humanos para superar todo aquello que tanto nos duele, para engullir y digerir las cosas por un camino distinto del olvido. Pese a todo, debiste abrazarla. Besos.

Pinceladas de mi dijo...

jooo se me borró el comentario anterio, que rabia!! Bueno te decía que me gustaba mucho tu post, lo estaba esperando con muchas ganas. Mi mamá también me cuenta muchas veces historias que le contaba su abuela y me ponen la carne de gallina, gallina, pero así era antes, aunque la verdad es que ahora no estamos tan lejos, porque pasa en otros lugares, pero por esa razón nos parece que estamos perfectamente...
Lo mejor es el fina jejeje, esta Teresa... ¿al final fuistes a comprar los calcetines?

un besooote enorme y que tengais un buen fin de semaaaana :)

YO dijo...

Como estuve desaparecida del blog un tiempo tuve que ir atras y leer la parte 1 de Charlando con TEresa, con esto confirmo la frase de que lo que no te mata te fortalece o algo asi...Teresa es = a Fortaleza y entereza.
Besos

fractal dijo...

Teresa es un personaje literario de primer orden, y el relato, que has escrito de forma tan impecable, me resulta muy tierno.

Los lectores nos sentamos en esa sala, junto a vosotras, y escuchamos sin pestañear. Vemos al ser humano en su faceta más devastadora y conciliadora. Recordamos episodios de un tiempo pasado, algunos me resultan demasiado familiares.

Así es la vida, y así es una novela en potencia...

Muy buena, Trenzas.
.

Daniela dijo...

HOLA!!!!
me encantan estas historias de persnas que vivieron algunos horrores de la historia pasada........., te cuento que en Nov. del 2005 mientrás pasaba mis vacaciones en España fui a Barcelona y a un museo donde estaban en muestra fotos y videos de la época de la guerra civil española, realmente me impacto, soy de un pais lejano que en nuestra historia algo nos toco de la guerra civil española, cuando algunos españoles lograron embarcarse en un barco con destino a Valparaiso (Chile).........
Si te paseas por almacenes del sector del centro de Santiago, podrás encontrarte con españoles que recuerdan con dolor aquella época......... he sido oyente de Don Paco, el sr. de la panaderia de mi barrio.........

Como siempre un placer leerte

Daniela dijo...

aclaracion, me encantan las historias......... desde el punto de vista de como soy oyente de historias que marcaron a muchos, el placer d escucharles, pero teniendo en cuenta el dolor que todo esto conlleva hasta los ultimos días de sus vidas


un abrazo, desde Santiago de Chile

Anónimo dijo...

Hola Tren

Me pasa lo que comentó Grisel (creo que se llama más o menos así), que lejos de ser historias de un mundo prehistórico son historias actuales. Seguramente hay Teresas campesinas en Irak, Afganistán y todos esos sitios devastados. Ayer leí que los Estados Unidos se oponen a la prohibición del uso de granadas de racimo. Y claro, es que ellos tienen que luchar contra el terror.

Sobre el relato, es precioso. Gracias por compartirlo y hacernos disfrutar de ese personaje persona.
Leyendo gestualicé a medida que leía tocandome la garganta o cerrandome la boca como si tuviera una cremallera. Es simpático eso, y por lo general el escritor no se entera.

Besos, amiga.

Tony dijo...

El 23-F de 1981 la TVE no pasó el noticiero de la tarde-noche, continuó la programación como si este nunca hubiera existido. Recuerdo siempre -no se porqué- la mesa redonda con el mantel verde sobre mis rodillas y la hornilla eléctrica en los pies. Luego la música militar que se repetía. Ya era tarde cuando salió el rey con su uniforme.
No hubo -gracias a Dios- nuevas historias como la de Teresa.

Con nostalgia y agradecimiento. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola me paso a despedir,gracias por tus visitas,espero que sigas con tu blog..un abrazo grande...Eddy...

Tania dijo...

Vengo a dejarte un abrazo. Y unas manzanas para Agata.

Saluditos

Sherezada dijo...

jajaaj
Teresa es simplemente genial. Tienes que sacarla un día de estos de gira para conocerla en persona, a menos que me gane la lotería y vaya yo primero para allá. O mejor enséñale Blogger, te apuesto a que se lleva mejor ella que tú con la versión beta :D
Muchos besotes!!!
Sherezada

PD: dile a Ágata que te dé un pequeño cabezazo en la pantorrilla, a ver si recuerdas devolverme a tus enlaces... jijji
...y no sé por qué dicen que soy violenta....

Prada dijo...

Me encanta Teresa!. Ya sé que sus dos historias serían las dos cara de la moneda, per recuerdo bien al bisabuelo de mi Paula... un hombre mayor de 88 años, que tan orgulloso contaba las historias de cuando lucho en la guerra, era Teniente de la Guardia Civil. Daba gusto oirle!, hacia gestos y poses de orgullo, de enteresa, de fuerza, pero cuando hablaba de las caras de los muertos... su mirada se quedaba como perdida... era interesantisimo oirle.

besos reina

Lúzbel Guerrero dijo...

Buenos días Jamie Lee, ¿no ha considerado Ud. la posibilidad de escribir un libro con las historias de Teresa?; ella tiene un material valioso, y Ud. un talento proverbial para narrar, sería un "Bersele".
Y... como seguro que habrá pasta de por medio...
Es que tengo que juntar mucho dinero para pagar una clonación en el mercado negro, ya le contaré.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola trenzas. Me han pasado un juego de decir seis rarezas mías, y te lo paso a tí. Está en el primer comentario de mi último post "La reina Dido llega al puerto de Rodas". Ahí está la explicación de la falla. Besos.

Trenzas dijo...

Julio: estoy de acuerdo. Dejar que las palabras nos penetren para darnos cabal cuenta de lo que hemos escuchado. Ninguna palabra que le hubiera podido decir, puesto que no lo viví, le hubiera servido de paliativo. Mejor dejarle sentir que estás ahí, que la entiendes, que compartes sus sentimientos mientras ella quiera. Y cuando decide que ya no puede, o quiere, seguir con el tema, tomar el camino contrario de la forma más natural. Como ella hace.
Me encanta leerte, así que hazme el favor de no disculparte por palabra más o menos.
Cariños de todos los habitantes de esta casa y un abrazo extra de mi parte :)
*
Cieloazzul: Seguro que te la llevabas :) Teresa es especial.
Lo que dice y hace, su percepción de la vida, da para mucho escribir.
Ella preguntaría si México, es un pueblo aquí cerca o si tiene que llevarse el abrigo :)
Seguiremos con ella.
Un abrazo grande, amiga
*
MIB>: Es ella quien rezuma humanidad. Me limito a contar y me alegra infinito que Teresa cale hondo a través de mi. Hay muchas Teresas a quienes les debemos reconocimiento. Cuando la escucho, siento, de verdad, que las mujeres de su temple, han llevado el mundo a sus espaldas y nunca han esperado nada a cambio.
¡Deseo poder escucharla mucho, mucho tiempo...!
Un abrazo bien grande, amiga
*
Yole>: Una delicia escucharla, sí :)
¿Has escuchado esas voces? ¿Has visto la película "Los chicos del coro"? También una delicia :)
Tijeras. Importantes para quitar el pelo que no me deja pensar :DDD
Una docena de besos, peluquero
*
Vert!>: gracies...!
¿Cuántas historias similares no habremos oído, verdad? :(
Petonets; molts.
*
Manel>: ¡Cierto...! La memoria histórica debería ser así y no ese juego de rencores al que pretenden someternos. Es mucho más aleccionador y pacífico.
Una abraçada, amic
*
Grysel>: Como dices; en este mismo momento, muchas personas están viviendo experiencias que luego podrán contar. Y es terrible que se puedan contar, porque lo ideal es que no hubieran sucedido.
No aprendemos de las malas experiencias :(
Le transmito vuestro cariño sin decírselo de palabra. Eso sí que la confundiría :DDD
Un abrazo bien grande, amiga
*
Patricia>: A veces, sí tengo la sensación de que estoy viendo una película, porque como ella acciona y se mueve mientras te cuenta... :)
Lo mejor es que cuente lo que cuente, siempre acaba sonriendo.
Un beso grande, amiga.
*
Isabel Romana>: Sí, pero no se deja abrazar en los momentos tristes. Es una sensación que conozco. Las personas tememos derrumbarnos. Hablaré de ésto, porque es muy interesante el tema.
Un beso, amiga.
*
Pinceladas: ¡Vaya si fuimos a por los calcetines...! :)
Pero acabó comprando dos pares para su biznieta y ninguno para ella, aunque los necesitaba mucho más :)
En mi casa también se cuentan algunas historias así. Siempre resultan escalofriantes :(
Pila besinos, preciosas
*
VUELVO EN UN RATITO :)

Llanos dijo...

Querida amiga:

Qué envidiable sensibilidad para evocar (la tuya y la de Teresa).
Me emociono al leerte.

Un fuerte abrazo, amiga.

Trenzas dijo...

Sidy>: Tienes mucha razón. Y una persona nunca sabe hasta donde puede aguantar hasta que no la ponen al límite. Y luego de superado, conservar las ganas de vivir. Fortaleza, entereza y ganas de vivir. Teresa, en una palabra.
Un abrazo bien grande
*
Frac>: Donde se demuestra que la realidad supera a la ficción :) No cuesta nada escribir sobre Teresa. Ella es quien pone las palabras, el coraje, la ternura y esa vivacidad extraordinaria.
Me alegra ser capaz de acercaros una silla a nuestro lado.
Abrazos y cariños
*
Daniela>: Entiendo lo que dices. Gusta escuchar las historias, aunque esas historias duelan. De la misma manera en que se necesita contarlas para ir desgastando la angustia que supusieron en su momento. Todos los paises tenemos tremendas heridas que es difícil curar. Solo el tiempo puede con ellas. Y así Teresa, como el Don Paco, intentan aliviar el peso que cargan hablando de ello. Y hay que escucharlos porque se han ganado a pulso ese derecho.
Gracias por hacerlo, amiga.
Un gran abrazo.
*
Robertö>: ¿Así que te apretaste el cuello? Yo también lo hice. Me imaginé cómo de intensa debió ser la sensación de ahogo. Un sollozo de angustia que no podía ni expresar ni tragarse.
Me dolió. Y sí, como dice Grysel, por desgracia y vergüenza para la humanidad, esos horrores siguen pasando.
Un abrazo grandote, amigo
*
Tony>: ¡Qué horror si hubiera vuelto a suceder..! Nadie va a olvidar ese 23-F. Nadie que lo haya vivido y haya escuchado a su familia hablar de cosas como las que cuenta Teresa. Todos tenemos algún antepasado perdido en la guerra civil. Otra, no quiero ni imaginarla :(
Un abrazo, querido amigo
*
Eddy>: ¡Amiga! ya pasé por tu blog a desearte lo mejor y a decirte que espero que no sea definitivo. Tendré tu enlace en Amigos Invisibles, por si decides volver. Te deseo lo mejor dondequiera que estés.
Un abrazo enorme.
*
Tania>: ¡Uysss...! ¡Qué contenta se ha puesto Ágata...! :DD
Me alegra verte por aquí. ¿Que tal ese montón de trabajo..? ¿Se va soportando?
Un beso, preciosa
*
Sherezada>: ¡Vale vale...! Ya te traigo aquí delante :) Pero no sé si debo porque NO POSTEAS :(
Ojalá pudiera llevar a Teresa a Chile y a México con Cieloazzul y a Argentina con MIB y a dar la vuelta al mundo. Sólo por verle brillar los ojos con cada novedad, valdría la pena.
¿Violenta tú...? ¡Para nada, guagua...! Aparte de aquellos accidentes de los técnicos y lo de los ratones en aceite...
:DDDD
Besote, otes, muchos...!
*
Avrilis>: Exacto. Es la misma persona, pero como todas, tiene muchas facetas. Y los abuelos han aprendido ya a vivir con todas ellas. Han superado muchas más cosas que nosotros. Mis abuelos contaban cosas terribles y también, como a Teresa y al bisabuelo de Paula, a veces se les perdía la mirada hacia adentro.
Un premio poder tenerles y escucharles.
Un abrazo enorme, mami
*
Luzbel Guerrero>: Se me ocurren muchas cosas, pero no tengo tanto talento, aunque le agradezco su opinión. Por otro lado si los "Berseles" se pagan bien y usted acepta una comisión a cambio de ejercer de agente literario. consideraré la posibilidad :)
Más que nada para colaborar en los gastos de esa clonación :)
(¡Cuente, cuente...!)
Un beso, Luzbel
*
Isabel Romana>: ¡Ya hice ese meme hace un buen montón de días! Aunque entonces solo eran 5 rarezas :)
Mira en la etiqueta "Lo que mandan los amigos" Ahí está, de letras presentes :DD
Besos, amiga
*
Llanos>: Ya digo; es Teresa, tal cual. Yo solo transcribo, pero me alegra que os emocione. Y que traiga recuerdos de historias familiares y que nos ayude a todos a comprender más y mejor.
Un abrazo fuerte para ti también Llanitos :)

Millaray dijo...

De verdad emociona leerte, ver a través de tus letras esos recuerdos de Teresa y vaya qué recuerdos...mi cariño inmenso para ambas.
Besitos por partida doble :)

Trenzas dijo...

Millaray>: ¡Menudas vacaciones te has tomado, amiga..!
Bueno, si las has disfrutado como parece, me conformo con no haberte leído estas semanas pasadas.
Como ves ya te fui a ver :)
Recuerdos horribles que, contados por ella, parece que sean nuestros.
Besos, muchos, y un abrazo muy grande, amiga

Zifnab dijo...

ûtas guerras

Y que pronto se nos olvidan

Más Teresas por los colegios

En fin. Me sigue gustando mucho la historia


Se feliz

Trenzas dijo...

Zifnab: Sí, mago. ¡Ûtas guerras...! Sobre todo, las civiles.
A las Teresas se las calla, incluso en la familia. Por desatención. Para las generaciones más jóvenes, sólo son "batallitas del/la abuela" Esas cosas no pasan nada más que en las noticias de la tele y en las películas.
Sigue pensando en ese libro de historias de viejo :)
Un beso, mago

Clementina dijo...

Trenzas, sigo sorprendiéndome. Mi lentitud mental no me había permitido percatarme de las otras trenzas de la red... y bueno, acá te descubro a vos con relatos propios. Muy buena la historia. Me pasó que mientras la leía me venían olores a la mente que ni siquiera olí. Un olor de muerte y de tierra y mugre en el camino recto. Lo que dice Roberto del cuello...si, es como que el relato se vuelve tridimensional y se despliega como esas tarjetas que cuando las abrís son como magia hecha cartón. No sé si me explico muy bien, pero ha sido un gusto leer este post.
Saludos trenzas!

Trenzas dijo...

Clementina: :) No te apures, amiga.
Mis trenzas en la red son más bien tentáculos :DDD
Lo que pasa es que no hay tiempo para todo lo que quisiera hacer, pero por abrir blogs, que no quede :)
Te explicas perfectamente. Es lo mismo que sentí cuando Teresa me lo contaba. Teresa es real. Tan real que a veces parece que me la estoy inventando :)
Nos iremos leyendo, amiga.
Un beso

Anónimo dijo...

Viste Trenzas, hubo un día donde muchos miles de personas se tomaron la garganta leyendo un post.
;)

Trenzas dijo...

Robertö: :)
Espero que nadie se tomara del cuello tan fuerte que se ahogara, o me acusarán de incitar al suicidio :DDD
Un beso grandote, amigo.

Verónica Carmona dijo...

vaya! en realidad es primera vez que paso por acá y he quedado sorprendida, tienes una sensibilidad envidiable y además con tu blog y la hermosa música creas un bello climax para leerte!

saludos y felicitaciones
te invito a visitarme



Verito

Prada dijo...

ONDE ESTAS PRECIOSA??????????
Se te comio la lengua el gato??
jejejeje

besetes!

Carolina.Mosso dijo...

Amiga, he regresado.
Después de tener inactivo mi blog por un tiempo, volví a verlo yme encontré con tus palabras. Mil gracias por tu comentario y por tus visitas... y es que ¿sabes? lo que más me dolía de perder la clave de mi gmail era no poder seguir encontrándome a gente como tú, amigas en el ciberespacio...

Te dejo un abrazo enorme y déjame decirte que otra vez me has emocionado con Teresa. Qué ganas de poder ir yo también a conversar con esa viejita tan linda, y compartir con ella todas sus magníficas historias.
C.

Trenzas dijo...

Verónica: bienvenida al blog.
Me alegro que te gustara el post y agradezco tu invitación, a la que ya he respondido. Como te digo en tu blog, me ha gustado también, así que espero nos seguiremos leyendo :)
Un abrazo, amiga
*
Avrilis: :DDD
Pues casi, no creas. Es que voy muy escasilla de tiempo y no me da la vida ni para pensar :)
Pero aquí sigo ¿dónde voy a estar mejor..?
Un beso enorme, mami
*
Carolina: ¡Menos mal, amiga..! Me imagino el enfado, bien justificado que debías tener
:(
Ya bastantes amigos se pierden por ahí, en el espacio, como para perder más.
Teresa, es inefable :)
Creo que todo el mundo quiere un trocito de ella, pero no va a ahber para todos, que es muy chiquitita :DD
Un abrazo grande

Montse dijo...

Me adhiero a la opinión de Zifnab: más Teresas por los colegios. Y que no se las haga callar.

Un gran abrazo.