Algo así hemos estado haciendo la Cabra y yo. Y no me vayáis a decir que eso de los trabajos del héroe es sólo un mito greco-romano. Sería tanto cómo decir que no he sufrido nada en estos seis meses dejándome crecer el pelo y las uñas, haciendo "tumbing-sofá" muchas horas, y un poco de gimnasia recuperadora de espalda. O que la pobre Cabra no ha pasado los males del infierno intentando averiguar dónde duermen las malditas moscas para poder matarlas en su madriguera. Aún no lo ha conseguido pero ella es más inasequible al desaliento que yo y ahí sigue, en vela, una noche tras otra a ver si las pilla, las mata y la dejan tranquila durante el día.
Ella no ha logrado aún su objetivo, pero yo sí he conseguido que el flequillo me crezca hasta un poco más abajo de la nariz, lo cual me da un aspecto un poco cómico, si me lo peino hacia delante. Parece un bigote en elevación. Pero no lo hago, claro. Ahora me peino hacia atrás e intento con todas mis fuerzas que me llegue el pelo hasta el cogote. Nada, de momento. Y por lo que respecta a las uñas, me las he tenido que recortar un poco para escribiros porque las yemas de los dedos no me llegaban a las teclas. Vale, bueno..., tal vez exagero un poco, pero recordad que he estado pachucha y una se merece algo de compasión.
Lo cierto es que la espalda no me daba tregua y un par de horitas aquí, era arriesgarse a mucho, mucho dolor, así que mejor tomarlo con calma, porque la espalda la necesito para muchísimas cosas en las que antes de que me doliera, no me había fijado, la verdad. Por ejemplo, para sujetar la cabellera cuando me crezca. Y aunque la cabeza esté más vacía que los bolsillos, que ya es decir, también necesito la espalda para mantenerla en su lugar. Ahora descansamos un poco de fisio diaria, pero tengo que seguir haciendo mis ejercicios. Como los niños que han suspendido tienen que trabajar durante el verano. Pues yo, lo mismo.
¿Y qué más...? La población de tórtolas, palomas y gorrioncillos aumenta en el balcón y he tenido que añadir otro comedero. A pesar de eso, se pelean como fieras por la comida. Los árboles ya van llegando a la altura del balcón, pero todavía las ramas no entran por la reja, así que paciencia.
Los ficus, están los pobres hechos puré con tanto calor, pero se van manteniendo vivos. Y Gato, duerme 18 horas al día y las otras 6 come como una lima, pero sólo caprichitos. También han pasado otras cosas más pesaditas, pero os las ahorro, porque ya estamos bastante fastidiados con los pelmas de los políticos, sus tijeretazos, sus solicitudes de dimisión y sus peleas por cosas que no le importan a nadie. O a casi nadie. O a lo mejor sí que le interesan a mucha gente. ¡Yo qué sé...!
No voy a hacer promesas ni nada, porque cada vez que prometo que voy a volver corriendo, la pifio, así que sólo diré que la intención es no permanecer muy alejada de vosotros y aunque no pueda mucho rato seguido, os iré visitando y contestaré a vuestros mensajes. Ya sé que con la intención no basta, pero de momento es lo que hay :(
Por esta vez, os dejo con la misma música, porque es preciosa y porque no me da tiempo de cambiarla.
Abrazos indiscriminados y cariñosos. Y topes de la Cabra.