31 marzo 2005

Mientras espero...

... a que el dichoso Blogger actualice el otro blog, os contaré una cosa al hilo del comentario que me ha dejado Miguel. Dice así, después de troncharse: "Están locos estos romanos". Y es verdad.
A lo que íbamos. Hace un par de años o tres, cuando la quimio, me pasaba todo el día delante del ordenador porque la vida no me daba para muchas alegrías de ejercicio. Me metí en un chat llamado Camelot y allí encontré unos cuantos buenos amigos, entre los cuales un chico de Barcelona, que estaba igual de pirado que yo. Total; un día me planteó una pregunta: "¿Que opinas de la influencia de las drogas en la reproducción de las mariposas verdes de Singapur?"
Eso originó casi un año de correos desternillantes, a razón de dos o tres por semana, en que se planteaban cuestiones tan peregrinas como hacer un viaje a Chicago años 30, viajes interestelares, el valor nutricional de las espinacas, la conquista del mundo, la mafia siciliana, etc, etc.
Un día propuso que deberíamos publicar un libro cuyo título fuera "Si usted cree que está loco, pase y lea esto" Y hubiera sido un título acertado.
Creo que sí, que algún día publicaré un libro, si el Director del Manicomio me da permiso.

Música, por fin...!

Que ganas tenía..!
Solo hay un pequeño inconveniente. Si vais a otro blog, cualquiera que sea, cerrad este u os llevaréis también la música con vosotros.
Lo que se escucha, o debería escucharse, es Unchained Melody, de Zaret y North.

30 marzo 2005

Bloggeros del mundo, uníos...!

Que no hay manera..! Media hora para que se abra la nueva entrada, media hora para corregir una tilde que se me había escapado del teclado, venticuatro horas (24), intentando rehacer los enlaces y de tanto en tanto "esa página no está disponible, disculpen las molestias".
Y con el miedo en el alma por si tengo que volver a configurar todo de nuevo.
¿Porqué no me quedaría yo tranquilita con mis servers de siempre que nunca me hacen esperar y SIEMPRE abren a la primera?
Claro que ahí pago un pastón anual pero también es verdad que el servicio está garantizado. Y aquí ni siquiera hay corrector gramatical.
Pero Blogger debe pensar algo así: "A blog regalado, que más quieres Federico?"

Bueno...

Ayer noche, al intentar publicar un post, el Blogger se rebeló, vaya usted a saber porqué. No sé si es que le doy un trabajo excesivo o simplemente me odia. El caso es que me hizo una faena de mucho cuidado. Me desconfiguró, no sólo el blog sino que se cargó el escritorio, la barra de tareas de windows, las contraseñas y aún no he acabado de ver todo.
Esto es lo que ayer quería dejaros puesto. Y si se vuelve a desconfigurar todo, pues lo intentaremos de nuevo.
*
Relájate, Trenzas..
Hay que ver lo que cansa eso que llamamos "unos días de fiesta". Necesito descansar del descanso. La música me ayuda a relajarme y también la poesía. Y a esas dos actividades he dedicado una buena parte de la tarde.
No me gusta aprenderme de memoria los poemas. Prefiero encontrar cada vez que los leo, algo que me sorprenda. Y hoy me ha sorprendido esto:
-----
A lo lejos se oye una campana
que abre una herida más, o que la cierra:
¿Es más real el agua de la fuente
o la muchacha que se mira en ella?
No se sabe, la gente se lo pasa
construyendo castillos en la arena.
-----
Es un fragmento de un poema de Nicanor Parra, poeta chileno al que admiro muchísimo. Por si queréis leerlo completo, os dejo aquí la dirección de la página. Forma parte de una de mis webs, la que dedico a los Poetas. La música es de Víctor Carbajo, a quién nunca agradeceré bastante que me permita usar sus composiciones para mis páginas.
Espero que os guste y os ayude a descansar, si es que os hace falta :)

28 marzo 2005

Todo tiene su fin...

... como decía la canción. Esto de andar vagueando se acaba. Pasado mañana empiezo un cursillo. Se me estropearán los codos, me comeré los lápices y me picarán los ojos. No sé si será en ese orden, pero sucederá.
Hay una parte buena; tenemos ordenadores y ratitos libres. Y como es un cursillo de actualización, no hay examénes ni resúmenes. No os lo vais a creer pero ni siquiera nos dejan tomar apuntes, excepto los de las respuestas del profe a las cuestiones que se puedan plantear. Luego nos dan el tema bien encuadernadito y ya está. ¿Guay, no?
Me llevo a casa las fotocopias de los diarios Trompeteros y también las del Olimpo News y otros que aún no habéis visto. No quiero ni pensar lo que será el traslado del Grupo Prisa a otras oficinas, si me guío por los kilos de papel que tengo que trasladar yo. Uff!
Uy! Pero que digo..! Ahora mismo lo meto todo en un CD.
Ea, antes de que me pillen el ordenata.
Hasta luego.

26 marzo 2005

Inciso

Por si éramos pocos...
He abierto un nuevo blog. Si, ya lo sé. Una tortura para todos, pero a ver que hago..!
Lo encontraréis, para no tener que entrar a ver lo del profile y demás, en un enlace que he puesto justo encima del de mi web "Erase una vez la Fantasía"
Le he llamado Trenzas y Rastas. Mayormente porque las rastas son más modernas :)
Os aconsejo leer primero el post "Bicocas. O no", para que sepáis porqué diantres he tenido que meterme en otra aventura.
Y eso. Que os sea leve.

22 marzo 2005

El Arte de Conversar

El martes tenemos mercadillo. Un día en que no es posible andar tres pasos por la zona en que lo ponen sin que encuentres a alguien conocido y tengas que parar a cruzar algunas palabras corteses o cariñosas, según el caso.
Hoy he topado con una chica que, hace un par de años, trabajaba en el mismo bloque en que yo vivía. Dejó ese trabajo y no había vuelto a verla.
-¡Eh, Trenzas, para, mujer..! Cuanto tiempo...! (muá, muá)
-Pues sí, me alegro de verte ¿cómo van las...?
-Muy bien, de verdad, estoy contentísima. Ahora trabajo en casa de una enfermera que me paga a 9 euros la hora y el otro día me dijo que le llegaban forasteros y que si podía dejarle un sofá. Yo le dije, pues no, porque tengo uno, que por cierto me trajo mi hijo, que lo tenía en casa antes de que le dieran la hipoteca, pero se compró un piso y ya no lo necesitaba y ahora lo tengo abajo en el cuarto en que mi marido guarda los trastos del huerto, porque no quiere dejarlos, que más de una vez ha llegado y ni trastos ni nada había, y más que nada que el perro, que es de marca rotenjeimer, duerme ahí y además está el canario y lo que le dije, no le voy a traer el sofa de dos plazas que ahora tengo en el comedor porque es de piel de color gris y no se pueden subir dos pisos con él a cuestas y luego volver a bajarlo un hombre solo, que es lo que te decía, que estoy muy contenta. Antes, ya te acordarás, la Susana solo me pagaba a 6 euros y todo el día sube que te baja y más que nada que luego ni te daban la baja si querías ir a la playa unos días y todo lo tenía que pagar de mi bolsillo y así que yo creo que más que nada lo que querían era quedarse con el sueldo de una, bueno a tí te veo muy bien eh?
-Pues si, yo...
-Ah! y tu madre qué?
-Bien, grac...
-Me alegro, me alegro, que siempre digo que no hay nada como que una esté bien de salud, como yo, que la tengo de hierro, porque donde esté la salud que se quite todo, que yo si no fuera porque ahora estoy tan contenta me iría a un balneario unos días a que me arreglaran un poco estos dolores de cabeza que no me dejan vivir, y luego la espalda que la tengo desgraciada perdida. ¡Ay, hija, que vida más perra ésta! Bueno pues te dejo, eh?
-Ad...
-Adiós, Trenzas. (muá, muá)
Preguntas que me hago: ¿Un sofá de dos plazas pesa más cuando es de piel gris? ¿El perro duerme con el canario? ¿Donde estaba el sofá del hijo antes de la hipoteca? ¿Ser enfermera da derecho a pedir prestados sofás? ¿No prestarles sofás a las enfermeras hace que la gente esté más contenta? ¿Es obligatorio que le den a una la baja laboral para ir unos días a la playa?
Ea, ahí os dejo las cuestiones..! Yo voy a por una aspirina.

Y que tal un viajecito..?

Bien, no? Pues está hecho. Mañana me voy, si, sisisisiisis...
Tranquilos todos, que no cunda el pánico...! Las mujeres y los niños primero...!
Como ya sabía que os ibáis a desesperar me he preocupado de ir SÓLO a casa de familiares que tengan ordenador que funcione. Descartados mi primo J. que tiene uno de madera, la prima E. que no tiene conexión a Internet y alguno más que aún vive en el pasado de la máquina de escribir eléctrica con margarita.
Descartado también que os haga crónica de viaje. No quiero provocar envidias :)
Si esta tarde me da tiempo os cuento alguna tontería y si no, el jueves que tampoco es un mal día.
Hasta luego..!

20 marzo 2005

Soliloquio en la cocina

Vaya..! Para un día que no tengo que madrugar no sé que hago a las seis y media de la mañana despierta y despejada, que es peor.
En fin, ya que no tiene remedio cocinaré un poco y adelanto para estos días.
Agua, sal, ajos, cebolla, un poco más de esto y de aquello otro, crema de leche, queso...
Todo a punto para los tallarines y los rollitos de pechuga. Venga, al fuego que lo quiero dejar listo.
Chup, chup, chup..
A ver... ¡hummm...! está bueno...! ¿Que hora es? Las siete y media. Hora del café y la ducha, pero es que...
Voy a probar esto otra vez ahora que no quema... Jolines..! Está buenísimo....!
Quieta, Trenzas; son las siete y media, no son horas de ponerse a comer tallarines ni rollitos de pavo.
Ya..., pero es que con ese olorcito ...
No, decididamente, no. Café con leche y tostadas.
Claro que..., no comer por haber comido...
Tente, Trenzas, por favor! Nunca desayunas fuerte. Te puede sentar mal.
No, si ya sé, pero estás oliendo eso?
¡Claro que lo huelo, ¿o es que no estoy aquí? Venga, la cafetera, la botella de leche y...

Total: tengo que volver a hacer tallarines..! He conseguido salvar los rollitos, pero...
¡Que duro es vivir sola y poder hacer lo que quieras..! ¡Ay...!

17 marzo 2005

Cuentos

Este año, además de ser el año del Quijote, celebramos también el bicentenario de Hans Christian Andersen y el centenario de Antón Chejov.
Me voy a quedar con Andersen en este post, porque me apetece mucho recordarle.
Nació en Dinamarca, en la ciudad de Odense en 1.805 y murió en Copenhague en 1.875. Decía de sí mismo que su vida "había sido un hermoso cuento" y así se desprende de su biografía.
Hijo de un pobre zapatero, a los 14 años ya intentó triunfar en el teatro como bailarín, actor y autor de tragedias. Estudió teología y filosofía, escribió poemas, obras de teatro, novelas, libros de viajes y cuentos. Se enamoró tres veces y nunca fue correspondido. A cambio, fue amigo de Dickens, de Wagner y de Victor Hugo, íntimo de los reyes daneses y pudo inaugurar su propia estatua.
Que hubiera sido de nosotros sin los cuentos de Andersen?
La más especial de las sensibilidades está reflejada en sus argumentos; La Sirenita, El soldadito de plomo, El caracol y el rosal, Los zapatos rojos, El ruiseñor, La pequeña cerillera, La princesa y el guisante...
Y muchos más que todos recordamos. Pero esos cuentos hay que leerlos. No debemos conformarnos con las versiones en dibujos animados sino que hay que poner a trabajar nuestra propia imaginación en cada párrafo del relato. Es así como adquieren su verdadera dimensión, porque Andersen los escribió para un público lector y hay una diferencia grande entre leer La Sirenita o ver la versión de la factoría Disney. Y aquí dejo constancia de que la susodicha factoría tiene en mi casa un auténtico almacén, pero insisto; hay que leer esos cuentos.
Y si me decís que ya no estáis en edad de ello, yo os digo que mentís, porque no hay años que nos distancien de la enriquecedora experiencia de adentrarse con Andersen en su mundo sin edad.

Oh, no...!

Esta es mi amiga Sherezada cuando se dió cuenta de lo que le había pasado a su blog.
Siempre le digo que debería cortarse el pelo, pero ella, ni caso.



PD: Es mentira. La verdad es que esa foto es mía el día que cambié las pantallas antiguas por las planas y ví en que horror de colores quedaba la web. Y así quedé a pesar de que llevo el pelo como los marines.

13 marzo 2005

El pendiente del pirata

No hay película de piratas que se precie en la que no aparezca alguno tuerto, cojo o luciendo un bonito aro de resplandeciente oro en una oreja. ¿Porqué los piratas llevaban pendiente/s? (Si alguien lo sabe, que se calle o me reventará la historia)
Prosigo. En 1.616, el capitan holandés William Schouten, al mando de un navío llamado Unity, buscaba una nueva ruta hacia el Pacífico y se encontró por primera vez con un mar imposible, donde las tormentas y el granizo se sucedían sin cesar y las olas eran auténticas montañas de agua que hacían zozobrar el barco a cada instante, allí donde una roca imponente , corroída por las olas se adentraba en el mar. Pasaron un suplicio antes de conseguir doblar aquel cabo negro como el infierno y llegar a aguas más amables. Le llamaron Cabo Hoorn y hoy lo conocemos como el Cabo de Hornos.
La hazaña fue de las que marcan época y no sólo por la nueva ruta abierta sino por la gran cantidad de historias y leyendas que generó. Cada nave que lograba atravesar el Cabo del Miedo, como también ha sido llamado, llevaba a puerto más y más motivos para hacer legendaria la travesía.
Entre los navegantes de toda índole que, por aquel tiempo cruzaban los mares, se hizo dogma de fe la especie de que sólo aquellos que hubieran vencido al Cabo tenían tres inalienables derechos, a saber; Podían permanecer cubiertos en presencia del Rey, podían orinar al viento y podían ponerse un pendiente de oro. Y no se excluía a nadie, ya fuera marino de carrera, comerciante o pirata.
Pero hay otra historia, más real, que explica porqué los marinos de la época, y no sólo los piratas, llevaban al menos un pendiente de oro macizo. Los hombres embarcaban por años y muchos temían no regresar a casa. Tenían miedo de morir en cualquier puerto de fiebres o disentería o de una puñalada y el pendiente de oro era su seguro para conseguir un entierro digno, si morían en tierra. Y si era en el mar donde entregaban su alma, algún compañero que lograse regresar podría llevar la joya a su familia y paliar en algo la miseria y el dolor.
Y esa es, a grandes rasgos, la respuesta a la pregunta del principio.

11 marzo 2005

Ludopatía

Mi hermano, el pirata, me regaló hace algún tiempo un juego de esos de ir dando con el ratón a unos ladrillitos, al menos dos de igual color, que se van desmoronando al mismo tiempo que del cielo de la pantalla van cayendo más y más ladrillos de diferentes colores. Hay muchos niveles y en cada uno se van añadiendo dificultades, como es preceptivo. Que si unas latitas que hay que bajar hasta el suelo antes de que desaparezcan a base de bombazos, que si unas arañas que cuelgan a distintas alturas y que solo puedes eliminar con un obús que caerá del cielo (y tienes que acertar la hilera justa), que si unas piedras que solo se quitan si concurren dos o más explosivos, etc, etc.
Cuando has derribado todos los ladrillos la recompensa es una ciudad de fondo. Una frontera en Berlín, un taxi en Nueva York, tranvía en San Francisco, la muralla china, un castillo inglés, caballero con armadura incluido y en el que estoy ahora, Moscú con el Kremlin al fondo, nevando, y unos bailarines al más puro estilo Danzas del Ejército Ruso en primer plano.
Total; lo había quitado de este ordenador en uno de los múltiples formateos y, sabe Dios porqué, la semana pasada lo volví a instalar.
¡Que ocurrencia más peligrosa..! Llevo cuatro días con el maldito muro de Moscú y aún no he pasado del nivel 3!
Ahora bien; una cosa es que Napoleón y Hitler sucumbieran y otra muy distinta que lo haga yo.
Ese muro caerá, faltaría más..! No puedo decir cuando, ni cuanto café y tabaco va a ser necesario, pero caerá, que una es Tauro y con los tauros no se juega.

09 marzo 2005

Deudas

Ningún hombre es una isla, ni está completo en sí mismo.
Todo hombre es un trozo del continente, una parte de la totalidad.
La muerte de cualquier hombre me empequeñece, porque estoy integrado en la humanidad.
Por eso no envíes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas, porque doblan por ti.
John Donne (1572-1631)
*
Esto es un fragmento del poema de Donne que usé para mi particular homenaje a las víctimas del 11-S, en Nueva York. Puedes ver la página entera en el link que he puesto. Pero verás, estoy en deuda con las víctimas más cercanas, las del 11 de marzo del año pasado en Madrid. Y me siento muy mal por ello. Aún no he sido capaz de hacer lo mismo para ellas.
Cada vez que pienso en que necesito decir algo al respecto, se me hace un nudo en la garganta que apreta como un lazo corredizo y me impide expresarme.
Será porque son mías y me duelen mucho. Porque fue en la ciudad en que nací y en un lugar que conozco, porque me son familiares los nombres y puedo imaginarlos vivos, corriendo para tomar un tren que no los llevaría al destino elegido.
Estos días, los medios de comunicación los recuerdan, los políticos los esgrimen, los familiares los lloran y muchos, como yo, seguimos con el sentimiento de que quizá podemos hacer algo que no hacemos.
Al menos, intentemos conseguir que no se nos olvide.

04 marzo 2005

¡Oh, querida...!

Reconozco que algunas situaciones me dejan tan descolocada que me cuesta salir del pasmo y racionalizarlas. Quizá os haya pasado lo mismo alguna vez.
Pongamos, por ejemplo, que...
Entras en un lugar concurrido, donde más o menos todo el mundo se conoce entre sí pero no todos son amigos o parientes. Una celebración familiar, amistosa o algo parecido. De pronto, alguien a quien no consigues ubicar en el panorama de los conocidos, se te acerca con grandes muestras de alegría y, en un tono que hace que todo el mundo se vuelva a mirar, te espeta; "¡Oh, querida, estás magnífica..! Me alegro tantísimo de verte! ¡Que preciosidad de vestido! ¿Cambiaste de peinado, cierto? Te queda genial, genial...!!! ¿Sabes? Nunca pensé que lograras salir de aquello tan desagradable y me alegro muchísimo.. !Uy, pero que bolso tan perfecto..! Estás divina, divina..!"
Y una quisiera que la tierra la tragase, porque apenas sabe quién es esa persona ni sabe a que asunto desagradable se refiere, ni siquiera se ha cambiado el corte de pelo. Intentas murmurar un saludo, decir algo, pero no es posible, porque la persona en cuestión ya está paseando la vista por el salón por si hay alguien más interesante que tú, mientras te quita del hombro un cabello o un hilito del vestido y arruga delicadamente la nariz sin parar de alabarte a voz en grito.
Y empiezas a sentirte muy mal y a pensar que deberías haberte cepillado bien la ropa o que quizá no te has puesto suficiente desodorante o peor aún, que estás sencillamente impresentable.
Por suerte, no sueles mantener su atención demasiado tiempo y de repente se aleja sin despedirse y corre en dirección a otro alguien tan indefenso como tú con su "!Oh, querida, estás magnífica... etc, etc"

03 marzo 2005

Re-replanteamientos

La última vez que se me ocurrió acudir a un curso de Recursos Humanos, aparte de machacarnos haciendo una batería de test detrás de otra, nos impartieron una buena veintena de clases de psicología, todas ellas tendentes a la modificación de la conducta del personal que, en teoría, tendríamos a nuestro cargo en un futuro. Ya sabemos lo que es el conductismo, el hábito, el estímulo, la respuesta, etc, etc..., pero yo me quedé especialmente con un tema que me trastocó algunos conceptos que hasta entonces había tenido y no sé si para bien o para mal. Fue el Decálogo de Ellis. Os lo transcribo:

10 Ideas Erróneas
***
Necesidad extrema de ser querido.
Para ser valioso hay que ser perfecto en todo.
Cierta clase de gente es vil y malvada.
Es catastrófico si algo no sale como yo quiero.
Si algo es peligroso, hay que angustiarse.
La desgracia humana siempre llega de fuera.
Es más fácil evitar que afrontar problemas.
Para defenderse de los demás, hace falta alguien más fuerte que uno mismo.
La historia pasada determina la actual.
Hay que sentirse muy preocupado por los problemas ajenos.
***
No se puede negar que tiene razón y que si albergamos esas ideas estamos cometiendo un error. El problema es cómo evitar tenerlas. O como evitar tenerlas sin convertirse en un "pasota" insensible. O como reunir el dinero necesario para unos miles de sesiones de psiquiatra que te lo expliquen.
Lo cierto es que sin psiquiatra ni nada, me apliqué alguna de esas fórmulas y funcionaron. En otras, fracasé estrepitosamente. Nadie es perfecto..!

02 marzo 2005

Resultados de la búsqueda

Busqué y busqué y no encontré lo que buscaba. Andaba detrás de una emisión de radio que me habían recomendado. No es que el lugar desde el que se radiará esté tan alejado, pero hay tal maraña de antenas emisoras que imagino que ya no queda cielo donde quepan todas las ondas. Así que la búsqueda resultó infructuosa. ¿Infructuosa he dicho? Pues miento. Mientras trasteaba con el dial encontré unos pocos pedazos de memoria. De pronto, las aguas turbulentas bajo el puente de Simon y Garfunkel me salpicaron y un momento más tarde estaba con la Callas y su impresionante Tosca en el castillo de Sant Angelo y dos puntos después dando un repaso a la obra de Chick Corea.
Todo esto entre unos cuantos tachún tachún, yé yés, asúcar, y otras variedades igualmente impresionantes y, por descontado, la inacabable crónica de políticas mentirosas a derecha, izquierda y centrocampistas.
La memoria es como el corazón. Ni nos damos cuenta de que están ahí hasta que algo los hace saltar y empiezan a emitir sonoras señales. Tic, tac, como un reloj de péndulo haciendo oscilar nuestras emociones. Tic, tac. Estoy viva, mi corazón late. Tic, tac. Estoy más que simplemente viva, porque puedo recordar.