No me da tiempo de postear, porque ya mismo tengo que volver a trabajar; que la baja no dura siempre y quiero estar descansada. Así que hoy os quedáis sin post. Me parece que os podéis pasar tranquilamente sin leerme y así aprovechar para ir a la peluquería las chicas, y para ver el canal deportes, los chicos; que la vida no consiste en venir a ver lo que he posteado, o si he posteado.
Además, hoy no hay post, ya os lo he dicho.
Por cierto que, posteado, es una palabra la mar de fea. Recuerda a los postes de telégrafo de antes; esos que salen en todas las películas antiguas con trenes y el protagonista ve pasar los postes a velocidad moderada, mientras en los cristales de las ventanillas, aparece la figura de su amada que le dice adiós con un pañuelito desde el andén. El pañuelito es porque la amada está llorando, ya que el chico se va a la guerra y es casi seguro que lo matan. Y si no se muere, va a ser peor, porque lo pasará fatal cuando vuelva y se encuentre con que la llorosa muchacha, se ha casado con el vecino, un chico millonario que pagó a un sudamericano para que fuera en su lugar al frente. Este vecino es un cara, desde luego, pero ¡anda que la chica..! ¡Ni esperar a recibir el certificado de defunción!
Si el protagonista de la película supiera lo que le va a hacer su amada, seguro que en cuanto llegara a Saigón, iría expresamente a enamorarse de una vietnamita guapísima y le pondría un bungalow precioso para que no tuviera que ir a servir copas a los sargentos -que son unos héroes con muy mala baba - nunca más.
Y serían felices. Por lo menos hasta que perdieran la guerra y el secretario adjunto no quisiera hacerle el pasaporte a la vietnamita con la excusa de que están atacando a bombazos la embajada y los formularios han salido volando por la ventana; que si hay alguna excusa tonta, esa es la que más. ¿Qué les cuesta llamar a la CIA y que falsifique uno en un periquete? Ganas de amargarle la vida al pobre chico, que ahora tendrá que volver solo, sin enterarse de que la vietnamita está embarazada y tendrá un niño precioso al que no conocerá hasta el final de la película. O sea, dentro de quince minutos de film, pero que te harán creer que son 20 años.
Voy a prepararme las palomitas para ver CSI, que hoy es martes y no quiero postear, que si posteo se me va el santo al cielo y llego tarde al primer crimen.Mañana igual escribo un post. O no.
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