... a veces quiero decir "hasta la semana que viene" :)
Creo que va a ser mejor que os conteste a todos aquí, en nombre de Ágata y en el mío propio, porque es que la vida, en verano, no me da "pa ná"
La Cabra os agradece las muestras de cariño y comprensión recibidas de todos vosotros y espera que entendáis que no puede explicar todo lo que en verdad piensa, porque dice que yo la controlo. ¡Mentira cochina..! Os aseguro que es ella quien me controla a mí.
Es verdad, eso sí, que no me gusta bautizar a los animalitos; sólo a los perros. A ellos si les ponía nombre cuando los tenía, que ahora hace ya mucho que no se oye un ¡guau..! en esta casa.
Y bien que lo siento pero no puedo darles la atención que necesitan. Tengo que conformarme con los gatos -que pasan de mí olímpicamente - el canario que va a lo suyo y la Cabra, de la que no tengo que contaros nada porque ya estáis al tanto de por donde van los tiros.
El episodio del murciélago, fue de lo más surrealista. Claro que después de la invasión de Periplanetas Americanas (cucarachas voladoras) del verano pasado, casi me pareció natural. Supongo que el año que viene será normal ver entrar por el balcón águilas culebreras que vendrán a comerse las serpientes que hayan entrado por debajo de la puerta.
Una vida la mar de interesante. Se están haciendo ricos, a mi costa, los vendedores de repelentes de insectos y pajarracos varios.
Si alguno de vosotros lamenta tener una vida sin emociones, queda invitado. Aquí, se levanta una con la linterna y la lupa en la mano, en plan Sherlock Holmes y, antes de dar un paso, se inspecciona la baldosa siguiente por si acaso las Periplanetas o los murciélagos. Y no hablemos de las hormigas que, para verlas, hay que tirarse al suelo y reptar.
Y mucho cuidado al abrir un libro que lleves un par de semanas sin tocar, porque ahí están los lepismas, vulgarmente llamados "pececitos de plata" haciendo la digestión tan ricamente.
Los lepismas no me dan ni miedo ni asco; solo un poco de rabia porque esa digestión tiene que ver con la celulosa de las páginas de mis adorados volúmenes y, la verdad, se podrían comer cosas menos interesantes, como los tickets del super o las facturas del teléfono.
Espero que estéis en casa, porque voy a pasar a veros. Os echo de menos, pero la vida es la vida y el trabajo una montaña.
¡Ah..! No quiero irme sin dejar aquí un saludo cariñoso a Lisie, que, desde Irak, me ha mandado una foto con su cabra. Lisie; mi madre y el resto de mi familia me han llamado "cabra" toda la vida, así que te comprendo muy bien. Al final, una se identifica con el animalito. Y encantadas; ¿a que sí..?
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"Yes Sir, Thats My Baby" Un charlestón; muy adecuado para ir saltando baldosas. 600 kb.