Nació la hija de los Príncipes de Asturias y le han puesto de nombre Leonor. Doña Leonor, según el protocolo. Supongo que su familia estará feliz, porque siempre es buena ocasión para ello recibir a un miembro más de la familia. Pero el post no pretende ir de "prensa rosa". Lo que quiero hacer es criticar un poco a nuestros periodistas de "colorines".
Ayer, cuando se daba la noticia del acontecimiento y se pronunciaba el nombre de la recién nacida, una periodista decía algo así como que el nombre no tenía precedentes en las monarquías españolas, y citó a los Borbones, a los Austria, a los Habsburgos y unas cuantas casas reales más; aunque sí nombró a Leonor de Aquitania. Esta reina es una de mis figuras históricas preferidas y, de hecho, una mujer admirable para su época; luego vuelvo sobre ella, pero me gustaría decir que si la periodista tuvo a bien recordarla como reina, aunque no española, bien pudo recordar a las que sí lo habían sido en los reinos españoles; Leonor de Castilla, Leonor de Portugal, Leonor de Sicilia, Leonor de Alburquerque, Leonor de Plantagenet, Leonor de Aragón, Leonor de Trastámara, la segunda Leonor de Aragón, y a muchas princesas españolas que llevaron ese nombre y fueron reinas en muchos paises de Europa. No digo que fuera preciso leerse los árboles genealógicos de todos los reinos, pero tampoco hubiera estado mal una miradita a la enciclopedia, digo yo.
Bueno, ya se me ha pasado la pataleta. Ahora, Aquitania.
Leonor de Aquitania tiene una estatua yacente en la Abadía de Fontevrault, Francia. Sostiene un libro abierto entre sus manos, a la altura de su cintura mientras su cabeza reposa en un cojín y está ligeramente elevada; una reina que lee; no está en actitud de oración, ni descansa; lee. Nació en 1122 y murió en 1204; una larga vida llena de afanes y no todos bendecidos por la Iglesia. Fue dos veces reina; casada con Luis VII le acompañó a Tierra Santa en la segunda cruzada, y cuando éste rey, de vuelta en Francia la repudió, por disputas de territorios soberanos, Leonor se casó con Enrique II de Inglaterra, con quien tuvo varios hijos, entre ellos a Ricardo, llamado Corazón de León. Toda su descendencia reinó en algún momento en casi todos los países de la Europa de entonces y luchó no solo con su inteligencia sino arma en mano, cuando así fue necesario. Pero esta reina tiene un mérito más; su padre, el duque Guillermo X, era un buen trovador; componía poemas y música y Leonor conoció en su infancia a algunos de los más afamados compositores de su época. Durante toda su vida favoreció la poesía trovadoresca y fue la gran difusora de ese arte en Francia e Inglaterra, que es como decir en todos los países considerados como la avanzada de la civilización en aquella época. Hay que recordar que las fronteras no estaban en aquellos tiempos en los mismos lugares que ahora.
Si encontráis por ahí alguna biografía de esta mujer excepcional, os garantizo diversión leyéndola. También encontraréis, aparte de lo aquí explicado, una mujer capaz de deshacerse de los enemigos por cualquier medio, capaz de suplicar por la vida de sus hijos y capaz de permanecer en el exilio para no estorbar el camino de su descendencia.
No puedo imaginarme que hubiera sido de las historias y cuentos medievales sin ella y sin los hijos que trajo al mundo. ¿Donde Juan sin Tierra y Robin Hood? ¿Donde Ricardo Corazón de León y Saladino? ¿Donde las murallas de Jerusalén, los cautivos sarracenos, los peregrinos?
De la Historia nacen las leyendas y ya dije una vez, en otro post, que las bonitas leyendas deberían vivir más que las feas historias. Me ratifico.