14 febrero 2005

Pies de barro

Para algunas personas, admitir que no son dioses es un duro ejercicio. Tener que retroceder ante una evidencia que se les muestra contraria a algo que ya daban por hecho supera su capacidad de comprensión. Todo se vuelve buscar factores extraños, intromisiones, culpables o milagros.
Y no. No hay nada de eso. Es mucho más simple. NO podemos hacer que siempre suceda lo que esperamos aún poniendo en ello todos nuestros medios y toda nuestra voluntad.
Pensar que estamos en la posesión de la absoluta justicia, de la única verdad y del poder de otorgar la vida y la muerte es simplemente una estupidez.
Hoy me he alegrado mucho porque algunos de esos dioses han tenido que retractarse ante la fuerza de una anciana inválida y muy enferma que no ha querido darles la razón. Desea seguir aquí y aquí se quedará algún tiempo más.
Probablemente no será mucho pero ya les ha ganado. Por goleada.

5 comentarios:

  1. la vida sorprende... aun, bien y mal... me alegro de que sea así. Un besito

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  2. Estoy gratamente sorprendida!!!

    Sabes? Me doy tiempo aunque no puedo mucho, para disfrutar los post que publican mi seleccionado grupo de Bloggers entre los que te encuentras y alte el poco tiempo es de "carrerita" y no me había detenido a checar tu página web... está increíble, muchas, muchísimas felicidades. Me siento halagada que la creadora de esa página se de tiempo de expresarme un comentario en mi Blog... Gracias Trencitas... Realmente lo valoro.
    Besitos pa' ti... Muchos!!!

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