23 enero 2005

Theodor y Teddy Bear

En 1902, el presidente de Estados Unidos, Theodor Rooselvet, tomó unas vacaciones para dedicarse a su deporte favorito: la caza del oso, en las montañas del estado de Mississipi. Un periodista del Washington Post, que formaba parte de la partida de caza, deseando asegurarse unas buenas fotografías del presidente cazando alguna pieza de importancia, había mandado capturar un gran oso y lo mantenían atado a un árbol esperando la llegada del importante cazador para soltarle. Exhausto como estaba el pobre animal, la caza habría resultado fácil y el reportaje asegurado.
Pero cuando el presidente llegó al lugar, no sólo se negó a cazar ese día, sino que ordenó soltar al oso de inmediato y confiscó todas las armas para que nadie tuviera la tentación de darle alcance y disparara sobre el animal.
Al siguiente día, 16 de noviembre, el Washington Post, publicó el dibujo que aquí veis. Y este dibujo fue el verdadero inspirador del oso de peluche, porque aquella misma noche, un avispado comerciante neoyorkino y su esposa, confeccionaron dos osos de juguete utilizando una tela afelpada y brillantes botones para los ojos.
El éxito fue instantáneo y el nuevo juguete se bautizó con el nombre de "Teddy Bear" (Oso Teddy) en clara alusión al episodio protagonizado por el presidente, ya que el diminutivo de Theodor es, naturalmente, Teddy.

3 comentarios:

Sherezada dijo...

Siempre quise tener un oso Teddy. Le pedía prestado su oso a mi amiga menor, y lo curioso es que juro que yo le hablaba y él me respondía (sí, parece que siempre he estado un poco mal de la cabeza...)
Debo confesar que ya me sabía esa historia, la leí en cierta página escrita por una tal Verbena... :)

Un beso
Sherezada

Sherezada dijo...

... no era "amiga menor", sino "prima menor". Lo siento, es la edad ;)

Trenzas dijo...

Pues es verdad lo de Verbena. A veces me da rabia no ser capaz más que de copiarme a mí misma. Con la de veces que otros me copian, porque no podría yo hacer lo propio...? Estaba en mi web de la_zucurzal, cotilla, más que cotilla...!
Me alegro de leerte de nuevo, Licenciada